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ENTREVISTA a las realizadoras de “Los Fuegos Internos”: Pacientes psiquiátricos actuando de ellos mismos.

15 minutos de lectura

Por Guillermo Martínez.

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Hace unos días me topé con esta película, a través de una recomendación. Debo confesar que me tocó la fibra más interna, no solo por haberme sorprendido desde su narrativa y su propuesta tanto estética como estilística, sino por haberme dado la oportunidad de reflexionar acerca de conceptos, sensaciones, sentimientos e ideas que me atraviesan como ser humano: la soledad, el abandono, las oportunidades, la familia, el dolor, la inclusión, el amor y la fe, todo conviviendo al mismo tiempo en una película que no pudo dejarme impasible.

Debido a ello, sentí la necesidad comunicarme con Laura Lago, productora y coordinadora del proyecto, quien además me compartió las palabras de sus directoras, quienes me contaron en detalle cómo se llevó a cabo esta propuesta, desde el nacimiento de la idea, su producción, el trabajo con los actores y cuál fue su objetivo a la hora de ofrecernos y contarnos esta historia, sentimental y emocionalmente extraordinaria.

Acá les comparto la entrevista:

Si tuvieses que resumir en algunas líneas de qué trata la película. ¿De qué manera lo harías?

(LAURA LAGO) Es la historia de tres hombres, llamados locos por la sociedad, que se conocen en un psiquiátrico y se hacen amigos. A partir de ahí buscan la maneras de salir del hospital y lo logran. Son personas con “cicatrices de varias geografías” que no dejaron morir sus fuegos en el manicomio.

“Los fuegos internos”. ¿Cómo se llegó a este título?

(LAURA LAGO) En una de las primeras  reuniones, uno de los protagonistas describió su vida en el hospital y dijo que si pudo resistir y externarse fue porque no se había apagado del todo su fuego interior. Y recalcó: “nos salvaron los fuegos internos”. Anotamos la frase junto a todo su relato y cuando revisamos las notas la subrayamos como título de “mientras tanto”. Nunca más pudimos pensar en otro. Se nos convirtió en toda una metáfora.

¿Qué recorrido tuvo la película a nivel festivales o proyecciones?

(LAURA LAGO) En cuanto a festivales participó en el Work in Progress del FESAALP 2018 en La Plata. Esta instancia fue significativa porque La Plata es un centro de realizadores importante y pudimos percibir que la película se aguantaba las miradas cinéfilas. Otro festival hermoso fue el de Cine Etnográfico de Quito, Ecuador, ya en 2019. Malena, una de las directoras, estaba en Ecuador, de modo que acompañó la película, no solo en las proyecciones formales del festival sino en otros espacios que surgieron organizados por trabajadores y usuarios de salud mental y de pueblos originarios. También nos seleccionó el FENAVID 2019 de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Quisimos viajar pero estaba complicada la situación en Bolivia y los costos también. Nos quedamos con ganas ya que la programación era buenísima. Tuvimos una emoción inmensa cuando quedamos en el Escales Documentaires de La Rochelle, Francia, que tiene muchas ediciones como festival, y es sostenido por una asociación civil. La frutilla del postre del 2019 en cuanto a festivales fue obtener la primera mención en el FESAALP 2019 en la sección La Plata Filma. Imaginate que en la entrega de premios nombran film ganador a VHS: Volver a Hamlet Siempre, de Gustavo Alonso y después la primera mención: nosotros! Para un equipo que aprendió para qué servía la claqueta en medio del rodaje, todo un recorrido, no?

(MALENA BATTISTA) Hicimos la primer proyección pública en el Hospital Psiquiátrico donde filmamos varias escenas. Fue especial, a sala llena de trabajadores y usuarios. Muchas de las personas que aparecen en las escenas de la internación pudieron verse en pantalla grande y sobre todo Claudio Raúl Castro, quien canta los temas de la película y estaba internado, pudo escucharse. El diciembre de 2019 logramos estrenar en el Cine Gaumont, gracias a las gestiones que hizo Viviana De Rosa, nuestra distribuidora en Festivales e Incaa. Permanecimos 3 semanas en cartel. Y enseguida estrenamos en la sala INCAA COTESMA de San Martín de los Andes, donde Ayelén, otra de las directoras, acompañó las presentaciones. Teníamos previstas funciones en salas INCAA de Jujuy y en un cine hermoso en Necochea… esperamos poder ir en breve.

(LAURA LUGANO) Participamos de un ciclo de cine y salud mental organizado en la Comisión Provincial por la Memoria. Liberamos la película al inicio de la cuarentena como una manera de acompañarnos en el aislamiento físico y tuvimos mucha repercusión. Nos invitaron a muchos conversatorios de colectivos, cátedras y dispositivos de La Plata, Capital, México. Recientemente la película participó de la Muestra Itinerante de cine MX de México, de manera online.  Allí tuvimos muy buena cantidad de espectadores que ya escapan a nuestro círculo más cercano y nos dejaron muchísimos comentarios. Tenemos por delante el FICCE, Festival Internacional de Cortometrajes Corporalidad Expandida donde presentamos una de las video danzas que forman parte del documental y en octubre estaremos con la película en el Riga Pasaules Film Festival (RPFF).

¿Quiénes son los encargados, ya sean personas o instituciones, de llevar a cabo esta producción?

(LAURA LAGO) Fue un proceso larguísimo, así que en cada etapa el equipo se fue agrandando y cambiando. Muchos familiares, amigos artistas, organizaciones, compañeros de trabajo y realizadores nos ayudaron en diferentes momentos, sin ellos la película era inviable. El equipo más nucleado, digamos, son las 4 directoras, los tres protagonistas, Juan Carlos, que es también usuario y yo, que coordino El Cisne del Arte como trabajadora del Hospital Psiquiátrico Dr. A Korn. El Cisne del Arte es el marco donde realizamos este proyecto, que si bien pertenece al hospital tienen una fuerte impronta social y colectiva. Las directoras eran parte del  dispositivo y en 2012 se sumaron a esta aventura de la película y nunca más se bajaron.

¿Qué rol llevaste a cabo en la película?

(LAURA LAGO) Trabajamos de manera colectiva, entonces los roles fueron mutando e intercambiándose. Al inicio del proyecto no teníamos armado el equipo técnico que fue decantando en la misma dinámica del hacer. Cuando decidimos que los usuarios iban a actuar de sí mismos naturalmente los roles de dirección, cámara y producción se fueron delimitando entre nosotras. Me ocupé de la producción y la coordinación general. Fui aprendiendo en la práctica , pero la experiencia de coordinar y gestionar fue una base importante. Más adelante gracias a una beca del FNA accedimos a un curso de producción en Punto Cine, ya cuando estábamos cerca del corte final.

¿Cuál fue el disparador a partir del cual ustedes decidieron filmar una película bajo esta temática?

(LAURA LAGO) El documental surge como idea en el marco del  tratamiento que Germán, uno de los protagonistas, hacía en el Centro Comunitario del Hospital donde funcionaba el Cisne del Arte. En esas entrevistas el psicólogo, Alberto Justo, que también aparece en el documental, le propone filmar algo. Germán sabía manejar una cámara, había vivido de hacer sociales en EE.UU y le gustaba ese oficio. Acepta y ante la pregunta sobre qué filmar dice que le gustaría contar la amistad surgida con dos compañeros de Sala y cómo se ayudaron para salir de la internación. Él había permanecido cinco años acostado, literal, en la cama de un pabellón psiquiátrico. Si él pudo levantarse de esa cama después de 5 años y retomar su vida, para nosotras era suficiente disparador.

¿Con qué desafíos sustanciales se encontraron a la hora de encarar un proyecto donde los protagonistas son pacientes psiquiátricos camino a una externación?

(LAURA LAGO) La verdad que el hecho que fueran pacientes no nos presentó desafíos especiales. Todos participábamos del dispositivo de arte y veníamos trabajando juntos en otras disciplinas artísticas. Y el intercambio con el resto de los profesionales de salud nos servía como feed back por si teníamos dudas de una intervención. Sobre todo no “pifiarle” en lo humano, tanto por excesivo cuidado como por ponernos exigentes sin querer. Pero la verdad es que no pasó nada fuera de lo que puede pasar en un colectivo. Es más, los usuarios sostuvieron el deseo creativo en cada etapa y siempre con un norte comunicacional impecable. Antes de filmar en la Sala del Hospital hicimos unas jornadas donde conversamos con los que estaban viviendo la internación, explicamos qué queríamos hacer, para qué la película. Los protagonistas que se habían conocido en esa Sala, estuvieron en todo momento hablando con sus ex compañeros contándoles de qué iba la cosa. Hicimos juegos, ejercicios de mirada y encuadre con los que quisieran sumarse como extras o simplemente participar esos días. Todos los que aparecen en la película en las partes del Hospital saben que están siendo filmados, son tomas como con cualquier actor, donde se comentaba la escena, el guión técnico a filmar, qué buscábamos, qué les parecía la idea, y muchas veces aportaban otra forma de resolver. Es decir, siempre trabajamos encuadrando las tareas y sin presiones. Las dificultades cuando las hubo estuvieron más del lado de los “cuerdos”, de nuestro lado digamos.

A lo largo de la película pude observar una mixtura entre imágenes meramente documentales en convivencia con planos cargados de simbolismo. ¿Qué función cumple la metáfora en el transcurso del relato?

(LAURA LAGO) Bueno, tal vez la funcion metafórica responda a que nos propusimos que los elementos del lenguaje cinematográfico “hicieran la película”, corriéndonos de ilustrar ideas que si bien obviamente teníamos no dejaban de ser del campo de lo intelectual o de la literatura, digamos. Nos propusimos contar/narrar con los encuadres, los tiempos, los planos, las texturas. Pensamos mucho el tratamiento estético junto a los usuarios, viendo mucho cine, analizando secuencias, y percibiendo qué resonaba en los protagonistas de los recursos audiovisuales. No queríamos realizar en este caso un documental de tipo periodístico sino una película de cine, estábamos dispuestas a fracasar como cineastas, digamos.

El tratamiento sonoro cumple un rol importante en el desarrollo del film: por momentos ensordecedores y punzantes y, por otro lado, encontramos sonidos totalmente envolventes, climáticos, sutiles y melancólicos. ¿Qué nos podés contar acerca de ello? ¿Cómo se relacionan a nivel dramático esos contrastes?

(ANA SANTILLI LAGO – AYELÉN MARTÍNEZ) La construcción sonora del documental es resultado de una búsqueda que fue mutando varias veces desde el comienzo. En cada instancia estuvo presente la idea de las texturas sonoras como posibilidades emotivas y narrativas. Partimos de dos ideas y principios, que luego en cada secuencia fueron tomando su forma particular. Una era que el sonido tenía que tener la misma presencia que la imagen, acompañarla, pero también ganar protagonismo, sumar sentido y en varios momentos independizarse. La otra era reconocer los sonidos propios de los escenarios (documentados como los ficcionados) la sonoridad específica que ya poseían. Nuestro trabajo fue ampliarlos y profundizarlos.
Las capas sonoras nos permitieron en ciertas instancias reforzar esa densidad que la escena tenía y en otras incluso crearla  desde la sonoridad.
Por ejemplo, en la escena inicial o en las escenas en que los protagonistas recrean sus estados de locura, entendimos que podíamos comunicar mejor si hacíamos foco en la sonoridad del cuerpo, adentrándonos y acercándonos, generar esos estados de ensimismamiento con los sonidos que estaban a nuestra disposición.|
En otras escenas, mayormente las del hospital, fué importante estar atentas a lo que ya proponía el espacio y el cotidiano del lugar (pájaros, pasos, conversaciones, canciones cantadas a capella, murmullos) y construir con esos sonidos de campo una atmósfera en particular. Otras escenas, en cambio, nos pedían nada más -y nada menos- que lo que estaba al alcance de nuestro micrófono mientras rodábamos.
El hecho de haber decidido desde el principio que queríamos que el sonido tenga un protagonismo en el desarrollo del documental, nos posibilitó estar atentas a grabar en cada rodaje mucho material que luego trabajamos junto a la sonidista (Pepa Saénz de Santa María) y el músico (Miguel Kancepolsky) para terminar de construir esas atmósferas.

La dirección de fotografía es otro de los puntos destacables que encuentro en la película y, lo que más me llamó la atención, es el contrapunto entre las luces y las sombras. ¿Podés contarnos algo más acerca de la propuesta estética?

(ANA SANTILLI LAGO – AYELÉN MARTÍNEZ) La propuesta estética fue explorada, al principio, desde referencias de otras películas y documentales que en su momento sensibilizaron nuestra forma de mirar, y nos ayudaron a pensar una forma estética y narrativa de decir. Entre ellas mencionamos algunas: “Solaris”, “¿Conoces a Daniel Jhonston?”, “Pina”, entre otras. Llevarlo al documental fue decidir sobre todo, expresar la diferencia entre los espacios: los adentros, los afueras. La propuesta estética se fue construyendo colectivamente sobre la idea de la metamorfosis, en tres momentos que constituyen ese proceso (la internación, la voluntad de transformación, la externación), y si bien esto nos orientó en los rodajes y por momentos fue más buscado, en otros nos tomó completamente por sorpresa, permitiendo lo imprevisto (algunas situaciones, espacios y diálogos se hicieron parte de esta propuesta no desde un comienzo). Sí la exploración con las luminosidades, los tipos de planos, los colores, los vestuarios, tuvo que ver y creemos nos permitió plantear un juego con estos tres momentos mencionados.  

A lo largo del relato nos encontramos con escenas y planos en donde podemos visualizar a sus protagonistas realizando un trabajo corporal muy impactante. ¿Nos podés desarrollar un poco más a qué apuntaron ustedes como realizadores a la hora de ofrecernos este ejercicio visual?

(ANA SANTILLI LAGO – AYELÉN MARTÍNEZ) Hubo una producción audiovisual, “Pina” de Win Wenders https://www.youtube.com/watch?v=F-cV74Mq7KU , que nos hizo reflexionar mucho en la forma de contar con el cuerpo un estado, una vivencia. Era algo que algunes de nosotres explorábamos desde la danza por nuestra cuenta o en los talleres de expresión del Cisne del Arte, pero llevarlo al cine y a una situación un poco incómoda como por momentos puede ser la cámara, era otro desafío. Quisimos ampliar nuestras herramientas para comunicar, evitar la sobrecarga de la palabra para narrar, y explorar esta alternativa tan potente que habíamos vislumbrado, la expresión del cuerpo. Hacer que hablara, del encierro y de redescubrimiento del propio cuerpo (como en las videodanzas) o hacer que comunicara un recuerdo, una situación del pasado (como en una de las escenas de Daniel). Fue muy importante contar con un equipo presente a la hora de rodar, una directora de danza, Julia Portella Gallo, y sobre todo, con la expresividad y la sensibilidad de Jorge que fue quién se y nos regaló ese instante. A lo largo del documental, no tan marcadamente, aparece un juego, sobre todo con el ritmo de los pies cuando ellos caminan, lo que dicen las manos, que también hacen de los cuerpos en movimiento, danzas, expresiones, formas de estar. En las filmaciones del hospital, por ejemplo, al tener la restricción de no registrar rostros, también nos encontramos de alguna forma con las posibilidades y la potencia de contar a través de los gestos y movimientos corporales.

Llevar a cabo una filmación requiere de un trabajo y una conexión a nivel humano, en equipo, constante, por horas, muchos días. ¿Cuán necesario crees que es el desarrollo de la empatía, el acompañamiento y la inclusión por parte de la sociedad hacia un paciente que busca recuperarse?

(LAURA LAGO) Por nuestras características de producción, los tiempos de rodaje si bien eran intensos fueron siempre con tiempo de descanso en el medio y en lo posible medias jornadas. Esto hizo que los protagonistas no sintieran una demanda excesiva y que fuera relajado cada rodaje dentro de todo. No podíamos permitirnos que la película se llevara por delante a los  actores, porque las historias eran las propias y como se ve en la película con fuerte carga de vivencias. Así que el factor tiempo fue esencial manejarlo bien. Por otro lado, como ellos mismos dicen en la película: ¿quién incluye a quién? Porque esta experiencia de hacer la película nos ayudó a incluirnos a todos digamos, a ellos y a nosotros por ponerlo en esos términos. Y decimos ayudar pensando en los diferentes inventos, maneras, aprendizajes que logramos obtener como seres humanos cuando nos enfrentamos a un hacer creativo. Es casi como de autoayuda, no tanto que ayudas al otro. Pero claro, algo de la manera de producción de este documental es solidario con una manera de pensar la inclusión y la salud mental, porque no es que hicimos una película sobre los pacientes sino que la hicimos con ellos. En particular en este caso además está tematizada la experiencia de las crisis subjetivas, el manicomio y el lazo social desde la perspectiva de quienes vivieron y viven la cuestión. La película intenta dar ese mensaje: ellos, los que se supone que no saben, que no pueden, que fallaron… actúan, danzan, asisten,  escriben, toman decisiones de montaje, promocionan su estreno, participan de las videoconferencias.

¿Crees que hubo algún tipo de evolución en los internos luego de conocerlos a ustedes como equipo artístico interesados en conocer su historia, su entorno y su contexto?

(LAURA LUGANO) Creo que sí, que la elaboración de lo vivido en un marco artístico y de mucho respeto y admiración por nuestra parte permitió que cada uno de los usuarios pasara por esos recuerdos de una mejor manera. Ellos disfrutaban cada etapa, podían retirarse cuando algo no les funcionara y decidir qué contar y cómo.

(MALENA BATTISTA) Y siempre hicimos reuniones para hablar de cómo estábamos, qué sentíamos, qué queríamos hacer, en fin, ellos fueron diciendo en diferentes ocasiones que estuvo bueno haber hecho la película por ellos mismos y por el mensaje a la sociedad. Y tuvimos y tenemos muchas instancias de pasarla bien, festejar, reírnos, acompañarnos, personas que felicitan a los actores, invitaciones… eso también es el encuentro que la película nos brinda. 

En las instituciones psiquiátricas de nuestro país se observan condiciones de internación antihigiénicas e insalubres. También superpoblación y pabellones colectivos que anulan el derecho a la privacidad y a condiciones dignas de vida, y sumémosle los maltratos, los abusos y la tortura. ¿Estamos cada vez más cerca o más lejos de una solución coherente y efectiva? ¿Cómo ves el panorama actual en cuanto a la “Ley de Salud Mental”?

(LAURA LAGO) Según el Censo  de salud mental del 2019 las personas que están internadas en los psiquiátricos públicos llevan en promedio 12 años de permanencia. Al menos el 37,2% permanece por razones sociales o de vivienda. La ley del 2010 fue y es un gran avance para la transformación del abordaje de la salud mental sin embargo hay muchas prácticas manicomiales que sobreviven dentro y fuera de los muros de los hospitales y en el seno mismo de la comunidad  a través del estigma. Por otro lado, hay muchas experiencias de dispositivos, equipos y personas que trabajan con el paradigma de los derechos humanos y con un abordaje interdisciplinario, e intersectorial. Faltaria -y es posible- formalizar muchas de esas experiencias, crear otras, financiar lo necesario para que haya calidad en la atención tanto en los niveles ambulatorios como en las internaciones (que por ley no pueden superar más de 30 días). Hay voluntad política para que los cambios sucedan, se vienen tiempos complejos sin duda que afectan al campo de la salud mental como a otros sectores pero no hay salud sin salud mental, como se dice, y la pandemia nos enseña que la “cuestión mental” nos atañe a todos así que…. ¿por qué no pensar que estamos tan cerca o lejos de mejorar el panorama como el trabajo que nos tomemos para hacerlo?

Me gustaría que nos dejes o nos compartas alguna reflexión personal acerca de esta producción, la que quieras, la que sientas.

(LAURA LAGO) La película es un lugar donde pudimos hacer, con errores, con entrega, con limitaciones, con aciertos, con deseo… junto a otros que nos enseñaron el valor de mantener encendida la fogata. Ojalá esta huella que hicimos sea una puerta para quien la necesite.

Link del trailer: https://vimeo.com/95930944

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