DEVS: Un loop de la vida real.
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Por Juan Cruz Matar.
“¿Qué se supone que hagamos? ¿Desentrañar toda una vida de experiencia moral? ¿Desaprender lo que siempre ha parecido cierto? Katie le dice a Forest. “Estas cosas son profundas”.
Bienvenidos a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Para los conocedores, en las películas Ex Machina y Annihilation, el guionista y director Alex Garland estableció su talento para la ciencia ficción, ultrajando la psicología humana y con una narrativa intensa e intelectualmente atractiva.

Con Devs, logró exitosamente transferir esas habilidades a la televisión episódica. Con un ritmo “programado” y el sonido en forma de loop de sistemas, Devs genera sensaciones y percepciones más allá de esta realidad.
Filosofía pos-pos-modernista.
Temáticamente pone en cuestionamiento los intereses “tech” del mundo de la tecnología, y cómo los deseos individuales ponderan por sobre los colectivos. Además de jugar con la retórica de la inexistencia del libre albedrío. Sustancialmente sistémico.

Devs se centra en un gigante tecnológico ficticio llamado Amaya, dirigido por el enigmático director ejecutivo, Forrest (Nick Offerman). Tiene su sede en el centro de un frondoso bosque en Silicon Valley e inspira la confianza y el cumplimiento de sus muchos trabajadores, incluida la pareja Lily (Sonoya Mizuno) y Sergei (Karl Glusman). Cuando Sergei consigue un puesto dentro del ultra misterioso departamento de Devs de la compañía, está emocionado de finalmente descubrir exactamente qué es lo que hacen. Pero después de su primer día, nunca regresa con Lily, quien se ve obligada a explorar dónde está y qué encontró en Devs.

Los personajes varían desde “millennials” hasta la “old School programming” ambos codeando un mundo, pero con filosofías y culturas muy distintas. El conflicto de intereses empieza a emerger cuando la ética entra en juego en un mundo cada vez menos “variable” y más determinista.
La estética loopeada (ya mencionada) del sonido, se complementa a la perfección con una foto bastante “naturista” que por momentos se tiñe “grotescamente” en un escenario que roza lo Matrix.

En última instancia, todo es cuestión de determinismo en un marco de física cuántica. Se articulan elementos e implicaciones de los mecanismos cuánticos, como partículas en superposiciones, experimento de la doble ranura y hasta multiuniversos. Si sos lector, como es nuestro caso, esas ideas no son ideas científicas a secas, son conceptos bastante poéticos y filosóficos. Tan pronto como asimilás eso, de repente, la historia se siente naturalmente caótica.