Retro reseña: El regalo prometido.
2 minutos de lecturaPor Jorge Marchisio.
Hoy vamos a contarles sobre una película que al menos para quien les habla, es muy querida. Ya sea por el factor nostalgia, porque sale Arnold Schwarzenegger o porque es de esas cintas que se ven por cable casi durante todo diciembre, El regalo prometido (Jingle all the way en su nombre original) es un film de culto, pese a que sus valores cinematográficos son casi nulos. Que comience la retro reseña.
Para los que no la vieron, la película cuenta la odisea que sufre un padre de familia que se la pasa trabajando, y, por ende, estando ausente en la vida de su hijo a la hora de conseguirle la figura de acción de Turboman, el superhéroe más famoso del momento. Lo malo es que se acordó a ultimo momento, y obviamente, el juguete se encuentra agotado en todos lados.
Esta es una de esas cintas, pertenecientes a la época donde a Schwarzenegger, se le dio por incursionar en la comedia, dando algunos buenos proyectos. En esta ocasión, y con palabras del propio Arnold, decidió aceptar el proyecto debido a que interpretaba a un hombre común y corriente, alejándose de los policías o militares que disparaban a diestra y siniestra. Y pese a que se veía medio raro verlo hacer de oficinista, el resultado terminó siendo convincente.
Otro dato de color, es que la película sufrió fuertes críticas (sí, los llorones ya existían desde esa época) al ser acusada de que sólo era una gran excusa para vender juguetes de Turboman, algo erróneo, ya que apenas se produjeron muy pocos muñecos del héroe de la película, buscando las ganancias más en la taquilla, que en merchandising.
Para cerrar con los datos de color, también hay que contar que la cinta comenzó el rodaje en la primavera norteamericana, llegando a filmarse algunas escenas ya en verano. Una de ellas es la que se da en el clímax, así que todos los que usaban trajes o armaduras, debían ingerir grandes cantidades de líquido para no desmayarse por las elevadas temperaturas. Bueno, el resto de la gente que se ve en pantalla también, porque recuerden que todos están con ropa de abrigo.
Para no extendernos, El regalo prometido es una película que ya tiene veinticuatro años, y aún se mantiene vigente, retratando el espíritu consumista, pero al mismo tiempo flojo y de dejar todo para último momento. Algo que seguramente ni el director, los guionistas, el estudio o el propio Arnold Schwarzenegger imaginaban.