Oscar 2021: una oda al cringe.
3 minutos de lecturaPor Jorge Marchisio.
Una vez más pasaron los Oscar y dejaron bastante tela que cortar. Pero contrario a lo que suele suceder, las premiaciones no fueron el foco de conflicto, salvo la victoria de Soul, que al parecer Pixar ya tiene secuestrados esos premios. No, esta vez las críticas, de forma casi masiva, fueron a la producción y a la ceremonia en sí. Comencemos con la masacre.
Lo primero que saltó a la vista es que toda la premiación se sintió barata. En opinión de quien les escribe, me recordó a esos cumpleaños de 15 o bautismos, que se hacen con el mayor esfuerzo económico posible, pero igual se nota la falta de presupuesto. Nada más que estamos hablando de la industria del cine, donde justamente, lo que no falta, son los billetes. Y esto no lo decimos por el distanciamiento social que debía haber dentro del lugar, y por ende, la menor cantidad de gente; sino por la falta de videos que se podrían haber filmado con tiempo, si se tenia ganas de hacer algo que esté a la altura, en relación al renombre que tienen los Oscar.
Pero además de la sensación de que gastaron lo menos posible, el orden de los premios fue, cuanto menos, extraño. Por lo general siempre se iniciaba con los premios a Mejor Actriz y Mejor Actor Secundario, luego se pasaba a los premios a apartados técnicos, y se terminaba con los de actores principales, dirección y película. Bueno, este año eso no sucedió, ya que, para el final de todo, dejaron los galardones a los intérpretes principales. El gran rumor que corre en internet, es que esto se debió a que los organizadores pensaban que el ganador a Mejor Actor iba a ser Chadwick Boseman, y por eso dejaron esa terna para el final, para terminar con un momento emotivo; pero todo salió mal porque fue Anthony Hopkins quien ganó, siendo que ni se encontraba en el lugar, y tampoco se preparó a nadie para que reciba el premio por él. Entendemos que los ganadores son mega secretos (particularmente después del papelón de La La Land y Moonlight), pero la coordinación y comunicación brilló por su ausencia.
Pero el momento más bajo de la noche, llegó cuando nos presentaron el In Memoriam. ¿Recuerdan cuando ponían fragmentos de las actuaciones de los actores fallecidos? Bueno, esto no sucedió, y apenas le dedicaron un segundo a cada una de las leyendas del cine que nos dejaron el año pasado. Eso sí, para los premios humanitarios y que cada uno de los galardonados se tire flores a sí mismo mostrando al mundo lo buena persona que es, sí dedicaron unos buenos treinta minutos. Y no olvidemos el momento más cringe de la noche, con Glenn Close meneando las caderas…
En conclusión, la ceremonia de los Oscar 2021 se sintió como algo que hicieron para cumplir y ya. Con una falta de coordinación alarmante, malos manejos del tiempo y una falta de respeto por gente que contribuyó a la historia del cine. Esperamos que más de un responsable no vuelva a trabajar en la próxima edición.