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El misterioso señor Smithee.

3 minutos de lectura

Por César Humberto Heil.

Seguramente se preguntarán quién es el misterioso señor Smithee del título y, en realidad, debo decir que Alan Smithee o Allen, así es su nombre completo, no existe… no, no es que pasó a mejor vida, simplemente nunca existió físicamente. ¿No nació? Sí, claro que nació, fue en 1967, o sea que en estos momentos debería tener unos 54 años aproximadamente. ¿Entonces? Déjenme explicarles. Alan Smithee es uno de los más prolíficos directores del cine y televisión norteamericana, realizando tareas diversas entre las que se incluyen las de guionista y vestuarista entre otros rubros artísticos. ¿Cómo es esto? El asunto es que míster Smithee, después de más de 50 años paseándose por los pasillos de Hollywood, logró que su nombre se convirtiera en uno de los mitos más populares de la meca del cine, porque en realidad, su verdadera identidad, no es otra cosa que un anagrama de Alias men.

Parece ser que en 1967, cuando vio la luz por primera vez, los directores Don Siegel, recordado por sus películas con Clint Eastwood como “Harry el sucio” y Robert Totten estaban filmando el western “Death of a Gunfigther” y tuvieron algunas diferencias artísticas en cuanto al material que habían filmado y, como no se ponían de acuerdo, ninguno de los dos quiso estampar su nombre, en lo que ellos interpretaban, iba a ser un verdadero “desastre”. ¿Qué hacer? Había que buscar un reemplazo que pusiera la cara frente al producto terminado y como nadie quería jugarse el prestigio, a alguien de la asociación de directores se le ocurrió la idea de inventar un nombre que, como una especie de comodín, pudiera reemplazar a aquellos directores que no estuvieran conformes con su trabajo. Ese fue el comienzo del mito del misterioso señor Smithee.

“Backtrack”, de Dennis Hopper.

Con el tiempo, muchos directores, productores y artistas varios del mundo del cine, se dieron cuenta que no era necesario arruinar su carrera si no estaban conformes con lo que habían hecho y comenzaron a llamar al señor Smithee para que les salve las papas.

Así, la lista de directores que solicitaron los servicios de mister Smithee incluye al veterano Arthur Hiller, quien hizo el film “Burn Hollywood burn” (1998), Gregg Champion con su film “Sub down” (1997), Kevin Yager con “Hellraiser: Bloodline” (1996), Jerrold Freedman y su “The O. J Simpson story”, film realizado para la televisión (1995), Ivan Passer con el film también para Tv, “While justice sleep”(1994), Rick Rosenthal y su film de horror “The birds II: The land´s end” (1994), Fritz Kiersch con “Fatal charm” (1990) y Michael Gottlieb con su film “The shrimp on the Barbie” (1990).

“Hellraiser: Bloodline”, de Kevin Yager.

Richard C. Sarafian lo hizo con “Solar crisis” (1990), el actor y director Dennis Hopper que hizo “Backtrack” (1990) y no quiso ni figurar, el director de “El Exorcista” William Friedkin también le pidió al señor Smithee que lo reemplazara en “The guardian” (1990), John Frankenheimer tampoco se animó a dar la cara en “Riviera” (1987) y lo mismo hicieron Stuart Rosemberg con “Let’s get Harry” (1986) y David Lynch con “Dune” (1984).

“Dune”, de David Lynch.

La lista sigue con directores como Rod Holcomd, Paul Bogat, Sydney Lumet, Walter Hill, Paul Aaron, Jud Taylor por dos, Gilbert Cates y el mismísimo Sam Raimi, quien firmó el guion de “Spiderman 3” como Alan Smithee Jr, todo un guiño.

Como no estoy conforme con este artículo, yo también voy a llamar al señor Smithee para que firme por mí. Hasta la próxima.

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