El origen del demonio vestido a la moda.
2 minutos de lecturaPor Mario Luzuriaga.
Cuando Disney anunció que iba a reflotar sus clásicos en acción real, se pensó que se le habían agotado las ideas a la casa del ratón. La mayoría de ellas había perdido la magia y la pureza de esos cuentos que acompañaron a generaciones enteras. Sin embargo, pudo dar un batacazo con “Mulán” y ahora con la historia de una de las villanas más reconocidas de la factoría: “Cruella“.
Esta desafiante y ególatra diseñadora de modas, tuvo su oportunidad en acción viva en los años noventa, en donde fue encarnada por Glenn Close y estuvo bien. En nuestras pampas fue Reina Reech quien le dio vida al personaje en una obra teatral. Ahora es el turno de la ganadora del Oscar Emma Stone de ser Cruella.
La historia cuenta los orígenes de esta mujer, luego de pasar por varios y duros obstáculos, y competir con alguien que es aún peor que ella, la Baronesa, interpretada por la actriz Emma Thompson.
En toda la historia conoceremos el por qué detesta a los dálmatas, su ansia por triunfar y poder ser una exitosa diseñadora en una Londres de los años ’70.
Acompañan a la protagonista dos punguistas llamados Gaspar (Joel Fry) y Horacio (Paul Walter Houser) que también trabajan al mejor estilo de los compañeros de Ant-Man. Muy sofisticados, pero a la vez torpes y bonachones.
El director, Craig Gillespie, reconocido por la película “Yo, Tonya“, logra una estética brillante y crea una historia original que es una versión edulcorada de “Guasón“, en donde retrata estos personajes llenos de conflictos y que logran su objetivo final. La música es excepcional, al igual que el vestuario, que hace lucir tanto a las modelos como a la propia protagonista.
Buenas actuaciones, una historia dura pero llevadera en la que se conoce más en profundidad a esta mujer que aquí opera como una especie de anti-heroína.
Calificación: Muy buena.