Guerra de espías: la última misión de la viuda de Marvel.
2 minutos de lecturaPor Mario Luzuriaga.
La pandemia fue la villana más importante para los superhéroes en el cine, debido a que muchos de sus títulos fueron pospuestos. Pero Marvel se animó a salir a la cancha con la heroína más importante de su universo y, a la vez, despidiéndola con todos los honores. Scarlett Johansson protagoniza “Black Widow“, su última participación en el mundo de los Avengers.
El punto de partida es 2016. Luego de que la heroína permitiera dejar escapar al Capitán América, es buscada por el Gobierno. En la clandestinidad se ve obligada a revivir fantasmas del pasado que conectan con su infancia, la separación de su hermana Yelena, y su ingreso a un duro e intenso entrenamiento para convertirse en el arma definitiva de Rusia. Pero al ver que su hermana también es perseguida, ambas se unen para terminar con el misterioso líder llamado Dreykov y la “Sala Roja“, el lugar de reclutamiento y entrenamiento de letales asesinas llamadas “Viudas Negras“.
Esta película llega a destiempo, y no lo digo por el confinamiento, sino que Black Widow debió tener su película individual hace tiempo. Aún así, el film cumple a la perfección y no afecta la continuidad de las películas de Marvel. Hay gente que la califica a una “oda al feminismo” y realmente es todo lo contrario.
Es una historia bien contada donde se refleja la violencia contra las mujeres, pero a la vez se hace justicia sin tener que poner alguna frase forzada o algún guiño para marcar una referencia.
Scarlett Johansson se destaca en este protagónico, pero quien más se roba el protagonismo es Florence Pugh; quien personifica a Yelena. Es una mujer fuerte, con pasta para ser alguien importante y de temer en este universo, pero a la vez tiene una sensibilidad y carisma, lo que genera en el espectador una complicidad instantánea.
Otros personajes muy simpáticos son los de David Harbour y Rachel Weisz, quienes son una pareja disfuncional y armada, al mejor estilo de la serie “The Americans“. Harbour es “Red Guardian“, un Capitán América ruso, muy hablador y divertido; mientras que Weisz aporta frialdad y bajada a tierra de esta “familia muy normal” que conforman.
La acción es espectacular, las coreografías y los efectos visuales crean un ambiente comiquero excepcional, que no paran un segundo.
Divertida, misteriosa, peligrosa e inolvidable es la despedida de Scarlett Johansson de Marvel.
Calificación: Muy buena.