Heels.

Por Jorge Marchisio.

Stephen Amell, actor que dio vida a Oliver Queen en la serie Arrow, es un gran fanático de la lucha libre profesional. De hecho, ya tuvo combates en pagos por ver de diferentes empresas. Por eso fue una grata sorpresa cuando nos enteramos que no solo iba a producir, sino también protagonizar una serie ambientada en el mundo del wrestling. Así que, sin más preámbulos, vamos a comentarles qué tal estuvo la primera temporada de Heels.

La historia sigue a los hermanos Spade, quienes son las figuras principales de la promoción de lucha libre en el poblado de Duffy. Intentando sacar la empresa adelante, el ego de ambos los llevará a tener varios roces, mientras gente externa también se encargará de sabotear a la compañía.

Heels podría haberse ido por el camino fácil, de plantear el wrestling como algo real, a sabiendas que es de público conocimiento, que estamos más frente a un espectáculo que un deporte. Por eso su trama decide centrarse en los problemas personales de todos los personajes, y no tanto en la competencia. Un buen ejemplo es el de Stephen Amell, quien tiene que hacerse cargo de la empresa tras el suicidio de su padre, con todo el peso emocional que esto lleva, mientras intenta lidiar con los dominós y el ego de su hermano.

En este sentido, pese a no contar con actores de primera línea, o muy talentosos, Heels logra tener momentos emotivos cuando no están abusando de la misma fórmula. Porque sí, por desgracia gran parte de la primera temporada padece de sufrir un patrón en sus tramas; con todo saliéndole bien a sus protagonistas, hasta que alguno de ellos mete la pata y termina en una situación peor de la que había empezado en ese episodio.

A esto hay que sumarle la inclusión de personas del mundo de la lucha libre. Quien les habla los reconocía fácilmente, pero si son espectadores no ligados al wrestling, los van a poder identificar porque son los que peor actúan de toda la serie.

En conclusión, Heels es una correcta serie. No es necesario que les guste la disciplina central para que la puedan disfrutar. Pero sí tiene algunos problemas evidentes en lo referente a actuación, y sobre todo, al guion, que para hacer avanzar a la trama pone a sus personajes como personas sin demasiadas luces. Veremos qué nos depara la segunda temporada.