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Los 100 años de Nosferatu.

12 minutos de lectura

Por Daniel López Pacha.

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.

“En torno a ellos, la bestialidad de la noche, alza el vuelo con sus alas tenebrosas. Ha llegado la hora del vampiro”.

Salem ́s Lot, Stephen King.

Un 4 de marzo de 1922, en el suntuoso esplendor del Der Marmorsaal, en el Jardín Zoológico de Berlín, se estrenó Nosferatu, eine Symphonie des Grauens (Nosferatu, una sinfonía de terror), película muda alemana, dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau. Entre los presentes del estreno había distribuidores potenciales y varios cineastas notables de Berlín, como Ernst Lubitsch y su colaborador Hanns Kräly, junto con Richard Oswald, Heinz Schall y Johannes Riemann.

Una vez que llegaron los invitados, vestidos todos de gala, comenzaron las festividades a las 8.00 pm. Primero hubo una introducción del Conde Orlok, el actor Max Schreck. Luego, antes de la proyección, se levantó el telón y hubo un prólogo proyectado y escrito por Kurt Alexander, basado en la premisa del Preludio en el teatro, que comúnmente expone representaciones del Fausto de Goethe. Durante la proyección, la orquesta fue dirigida por Hans Erdmann con su acompañamiento especialmente compuesto, Fantastisch-romantische Suite. Luego de la proyección, la bailarina de la Ópera Estatal de Berlín, Elisabeth Grube, interpretó en solitario La serenata, otra composición de Erdmann.

Al finalizar, hubo un baile de máscaras con temática de Biedermeier, que continuó hasta las 2.00 am. Según se informó, se gastó más dinero en este gran evento social y en la publicidad de la película de lo que realmente costó hacerla. Se trata de la primera película basada en la novela de Bram Stoker, Drácula. Inicialmente no fue aceptada por la viuda de Bram Stoker, que abrió una demanda, pero pronto se convirtió en una película de culto.

Producida por Victor Warner y Albin Grau.
Guion: Henrik Galeen.
Música: Hans Erdmann.
Fotografía: Fritz Arno Wagner y Günther Krampf.
Escenografía y Vestuario: Albin Grau.
Productora: Jofa-Atelier, Berlin-Johannisthal, Prana-Film GmbH.
Locaciones: Orava Castle, Oravsky Podzámok, Slovakia; Salzspeicher, Lübeck, Schleswig-Holstein, Germany; Vrátna Valley – The Narrow, Slovakia; Baltic Sea.

Filmada entre agosto y octubre de 1921.

Los protagonistas.

Friedrich Gustav Max Schreck nació en Berlín el 6 de septiembre de 1879 y murió en Múnich el 20 de febrero de 1936. Conocido como Max Schreck, fue un actor de teatro y cine alemán, célebre por su papel protagonista como el Conde Orlok.

Greta Schröder nació en Düsseldorf, por entonces Imperio alemán, el 7 de diciembre de 1891 y murió en Viena el 13 de abril de 1967. Fue una actriz mayormente reconocida por su papel de Ellen Hutter, la esposa de Thomas Hutter.

Gustav von Wangenheim nació como Ingo Clemens Gustav Adolf Freiherr von Wangenheim; en Wiesbaden, Provincia de Nassau, Reino de Prusia, Imperio Alemán; el 18 de febrero de 1895 y murió en Berlín del Este, República Democrática Alemana; el 5 de agosto de 1975. Fue un noble, actor, guionista y director alemán. Su personaje fue Thomas Hutter.

Alexander Granach nació como Schaje Granoch, en Werbowitz, Galicia, Austria-Hungría, el 18 de abril de 1890 y murió en la Ciudad de Nueva York, Nueva York, EE. UU, el 14 de marzo de 1945. Fue un actor germano-austríaco de las décadas de 1920 y 1930 que emigró a los Estados Unidos en 1938. Su personaje fue Knock.

Sinopsis.

Thomas Hutter y su bella mujer, Ellen, son un joven matrimonio que vive en la ciudad de Wisborg, en el año 1838. Un día, llega un agente inmobiliario llamado Knock, para enviar a Thomas Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Thomas, cuando llega, se aloja en una posada y luego ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una vez en el castillo de Orlok, es recibido por el siniestro conde. A la mañana siguiente, Hutter amanece con dos pequeñas marcas en el cuello, e interpreta que son picaduras de mosquito. Una vez firmado el contrato, Hutter descubre que el conde es, en realidad, un vampiro. Al verle partir hacia su nuevo hogar, Hutter teme por su esposa Ellen.

El film Nosferatu es considerado como la primera verdadera película sobre vampiros (aunque algunos piensen lo contrario), siendo una adaptación suelta y no autorizada de la novela clásica de 1897 de Bram Stoker “Drácula”, producida por Prana-Film de Alemania. Al mando del proyecto estaba Friedrich Wilhelm Murnau, ex piloto de combate de la Primera Guerra Mundial.

El continuo uso de material fuente no autorizado era costumbre para él. Su film anterior, Der Janus-Kopf (La cabeza de Janus, 1920), fue un plagio de la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Murnau ya se encontraba en camino a convertirse en uno de los mejores directores de la era del cine mudo. Después de Nosferatu, creó otras obras maestras como The Last Laugh (La última risa) en 1924; Faust (Fausto) en 1926 y Sunrise: A Song of Two Humans (Amanecer: una canción de dos humanos) en 1927, ganadora de varios premios en las entregas de los primeros Oscar.

Lamentablemente, cuando tenía 42 años y estaba en la cima, Murnau murió en un accidente automovilístico poco después de completar su última película, Tabu (1931). Siempre se habló de Murnau, pero el verdadero hombre clave en la creación de la película fue el coproductor y diseñador de producción Albin Grau (1884-1971) quien cofundó Prana-Film con el empresario Enrico Dieckmann, y reclutó al destacado cineasta y ocultista Henrik Galeen (1881-1949) para escribir el guion.

Además de ser un gran artista y arquitecto talentoso, Grau fue un seguidor de lo oculto de toda la vida y responsable de la apariencia de todo el proyecto. Diseñó los escenarios y el vestuario, y dibujó todos los guiones gráficos, carteles y otras obras de arte promocionales. Incluso escribió la letra cargada de símbolos ocultos que se ve en la película y ejecutó la fina caligrafía del intertítulo. Aunque la película siempre será sinónimo de Murnau, es sin duda Grau quien proyecta la sombra más larga sobre Nosferatu.

El rodaje se llevó a cabo durante tres meses entre julio y octubre de 1921, cuando la mayoría de los actores, incluido Schreck, que eran habituales del escenario, estaban en sus vacaciones de verano. Todos los interiores fueron construidos por Albin Grau en los estudios Jofa-Atelier, Berlín-Johannisthal. Para los exteriores, en lugar de tomarse la molestia y el gasto de viajar más de 1.000 millas a la antigua Transilvania real, ahora parte de Rumania, Murnau y su equipo rodaron mucho más cerca de casa.

La vecina Eslovaquia hizo las veces de Das Land der Diebe und Gespenster (La tierra de los ladrones y los fantasmas), con el castillo de Orava como escenario de la guarida de Orlok. Las ciudades del norte de Alemania, Lübeck y Wismar, sustituyeron a Wisborg. A Grau se le ocurrió la idea de hacer una película sobre vampiros, y la inspiración surgió de una experiencia de guerra que él tuvo. En el invierno de 1916, un granjero serbio le dijo que su padre era un vampiro y uno de los no muertos.

Diekmann y Grau le dieron a Henrik Galeen, discípulo de Hanns Heinz Ewers, la tarea de escribir un guion inspirado en la novela Drácula, de Bram Stoker, a pesar de no haber obtenido los derechos o el permiso para producir una película sobre ella. Galeen era un especialista experimentado en el romanticismo oscuro que ya había trabajado en Der Student von Prag (El estudiante de Praga) en 1913, y en el guion de Der Golem, wie er in die Welt kam (El Golem como vino al mundo) en 1920. Galeen ambientó el relato en una ficticia ciudad portuaria del norte de Alemania llamada Wisborg, y cambió los nombres de los personajes.

En primer lugar, cambió el título, a “Nosferatu”. La palabra posiblemente deriva de las palabras arcaicas rumanas/transilvanas Nesuferitu o Necuratu. Se traducen como “el insufrible/repugnante” o “el espíritu inmundo”. En otras palabras, un demonio o diablo. También, podría ser del griego nosophoros, que significa “portador de la plaga”. El Conde Drácula por el Conde Orlok, que fue interpretado por Max Schreck (en alemán, schreck significa “susto”). Jonathan Harker es Thomas Hutter, Mina es Ellen Hutter, R. M. Renfield es Knock y la Inglaterra victoriana es la ciudad de Viborg o de Bremen en la versión francesa, así como también en la inglesa.

También añadió la idea del vampiro trayendo la plaga de Wisborg a través de las ratas en el barco. Por razones de presupuesto, el camarógrafo Fritz Arno Wagner solo tenía una cámara disponible, por lo tanto solo había un negativo original. El director siguió el guion de Galeen con mucho cuidado, siguiendo las instrucciones escritas a mano sobre el posicionamiento de la cámara, la iluminación y otros asuntos relacionados. Murnau se preparó cuidadosamente, hubo bocetos que iban a corresponder exactamente a cada escena filmada, y usó un metrónomo para controlar el ritmo de la actuación.

Florence Balcombe, esposa del escritor Bram Stoker, no tuvo conocimiento de la existencia de Nosferatu hasta que recibió una carta anónima de Berlín. El documento incluía el programa de un evento cinematográfico de 1922, con acompañamiento orquestal completo, que había tenido lugar en el jardín de mármol del jardín zoológico de Berlín. La película alemana estaba descrita en el folleto como “una adaptación libre de la obra Bram Stoker, Drácula”. Sin embargo, la viuda de Bram Stoker demandó a la película por infracción de derechos de autor y ganó el juicio. Un tribunal ordenó que se destruyeran todas las cintas de Nosferatu, pero un reducido número de copias de la película ya se habían distribuido por todo el mundo, y permanecieron escondidas por particulares hasta la muerte de la viuda de Bram Stoker. Con el paso de los años se hicieron más copias de esas cintas. El film Nosferatu se labró la reputación de ser una de las mejores películas sobre el mito del vampiro y uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán. Rodada en escenarios naturales, una práctica poco habitual que la aleja de los postulados del cine expresionista alemán, abundantes planos de Nosferatu están inspirados en pinturas románticas.

Se construyó una oposición entre dos mundos, que es un recurso palpable en la película Nosferatu. Ambos mundos se pueden identificar y diferenciar gracias a la fusión de elementos clave, como la narrativa, los escenarios, la fotografía y la música, consumados estos de manera exquisita en la ejecución, y que nos permite abrigar distintas realidades con distintas sensaciones.

La escena de presentación de Hutter y Ellen comienza con una música armoniosa, un ambiente cálido, y un escenario familiar. Por otro lado, la oscuridad reflejada en la presentación de Knock, el oscuro agente inmobiliario, es utilizada con una música que cambia perturbadoramente, adquiriendo un tono solemne y oscuro. Otro ejemplo de oposición: en el II acto, Hutter ya instalado en el castillo del conde, con la salida del sol disipa la bruma gris (pesadillas que no lo dejan dormir) que lo tiene intranquilo durante la noche, mientras tanto el conde duerme su sueño más profundo. El contraste es que el conde es vulnerable de día, lo contrario a Hutter. Con la llegada del anochecer, Las sombras se levantan y se ciernen sobre los cimientos del castillo. Con esta frase la obra nos resume la transformación del día y la noche, dos mundos que chocan entre sí.

No hay duda de que hablamos de una película rica en técnicas y recursos. En el III acto, el profesor Büllmer habla de la naturaleza, refiriéndose a que esta tiene una misteriosa y peligrosa esencia. Es ahí cuando se establece una comparación entre el Nosferatu y las plantas carnívoras, refiriéndose a ellas como fantasmas. Esta obra nos deja una interesante metáfora: el camino del Conde Orlok hasta Wisborg deja tras de sí una sucesión de terribles asesinatos y una esencia siniestra constante. Este desencadenante de sus actos provoca que se asocie a la cadena de muertes del Conde Orlok con una peste. Esto tiene su origen tras el suceso del barco en el que viaja el conde y acaba con todos los tripulantes asesinados por él.

Nos encontramos ante una película que se resiste como pocas el paso del tiempo y que continúa sorprendiendo a las generaciones actuales. También cuenta con un personaje que da pesadillas y que se erige como figura icónica, también contemporánea. La magnífica música de Erdmann toma de la tradición romántica de la música clásica, que se muestra en la representación del matrimonio Hutter.

El film cuenta con una fotografía que, para la época, era impresionante, muy bien cuidada, con un manejo de la luz excepcional, que pertenece a un movimiento artístico llamado expresionismo alemán. El expresionismo es una corriente vanguardista cuyos cimientos se anclan en la estética romántica de lo grotesco del siglo XIX y en el decadentismo (movimiento cultural).

Algunas leyendas.

F.W Murnau murió en 1931 a los 42 años, en un accidente de coche en Santa Bárbara, California. El coche era conducido por un menor amigo suyo de 14 años. Al sepelio acudieron sólo 11 personas, entre ellos Greta Garbo. Fue enterrado en Alemania, en el cementerio de Stanndorf, cerca de Berlín, en el mausoleo familiar con sus padres y hermanos. En los años ’70 la cripta fue profanada y abierto su ataúd; posteriormente, el 15 de julio de 2015, se repitió el hecho y además se llevaron su cráneo.

El actor Max Schreck, murió repentinamente con tan sólo 56 años, sufrió un ataque al corazón. Otra de las leyendas sobre el intérprete del conde Orlok es que realmente era un vampiro y que Murnau le pagó por morder de verdad el cuello de la protagonista en la escena final. El camarógrafo de la película, Fritz Arno Wagner, también sufrió un fatal accidente laboral en el que se rompió el cuello. El guionista de la adaptación, que era admirador del ocultista británico Aleister Crowley, se vio obligado a abandonar este oficio por el de panadero. También murió repentinamente a causa de un cáncer.

Murnau fue el maestro en la puesta en escena, en el empleo de los espacios urbanos y de la naturaleza como expresión emocional y lírica, en el manejo psicológico de personajes, en general, por el fatalismo y la búsqueda de un contexto aciago; también aportó al cine innovaciones estéticas, al otorgar un papel importante al decorado y a los objetos mediante la iluminación, los contrastes de luces y sombras, que van creando ambientes que producen inseguridad, desasosiego, intranquilidad, conjuntamente con la asociación de la noche con la oscuridad, el miedo, la angustia, el mal, el día con la luz, la tranquilidad, la alegría y el bien. Son todos estos elementos que, junto con otros, utilizan los expresionistas en sus narraciones para acercarse a la intimidad del receptor de las mismas, tal como ocurre en la película. Y otros trucos, especialmente el ralenti (slow motion o slow mo), como narrativas, al utilizar la cámara de punto de vista subjetivo, por medio del cual la cámara ve desde los ojos del protagonista.

El director Robert Eggers (The Witch, The Lighthouse), prepara una nueva versión de Nosferatu con Anya Taylor-Joy, en el rol de Mina. También el director André Øvredal prepara The Last Voyage of the Demeter, que cuenta la historia de la travesía que hizo desde Transilvania a Londres el navío Demeter, en el que se transportaba el ataúd de Drácula. Durante el viaje, los miembros de la tripulación y los pasajeros son brutalmente asesinados. Un vez que el barco llega a puerto, se dan cuenta de que el único superviviente es el propio vampiro. Y por último, el director David Lee Fisher terminó otra versión de Nosferatu, con Doug Jones.

Como verán, parece que el tema de Nosferatu no termina más. Veremos cuál versión, de las antes anunciadas, es la más aplaudida por los críticos y el público en general.

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