Rabbits.
2 minutos de lecturaPor César Arturo Humberto Heil.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Conejos, mensajes cifrados y el lado más oscuro de David Lynch.
Antes de ver Rabbits (2002) de David Lynch, estuve investigando un poco sobre el film y muchas son las distintas teorías sobre el significado del mismo. Por supuesto que, como soy una persona de mente abierta, me cuesta creer algunas teorías descabelladas, aunque no las descarto. Algunas de ellas hablan de mensajes secretos en la música, relaciones con los Illuminati y mensajes satánicos que harán de la vida de quienes vean la película un verdadero infierno. ¿Nace una nueva película maldita?
Bueno, personalmente creo que no, Rabbits no es otra cosa que un mediometraje de corte surrealista surgido de la mente de uno de los más enigmáticos y poco convencionales directores del cine contemporáneo. Quienes seguimos su filmografía, sabemos que sus films se parecen más a un juego mental que hay que resolver que a cualquier otro film más convencional, y estamos predispuestos a ello.
Lo que sí debo decir es que, si bien durante su visionado no experimenté demasiado, sí me sentí incómodo después, en especial a la noche cuando mi mente empezó a intentar procesar toda esa díscola información sin sentido, y la verdad es que la intranquilidad se apoderó de mi haciendo que la noche se hiciera más larga y el sueño llegara casi de madrugada.
¿Pero qué tiene Rabbits para producir esa irracional incomodidad psíquica? La respuesta es un rotundo: no lo sé. Quizá sean sus diálogos inconexos, sus largos tiempos muertos entre los extraños personajes, su música disonante, continua y en tono grave, las risas enlatadas al estilo sitcom, su puesta en escena teatral, su hermetismo en la trama, sus voces extrañas que se asemejan a rezos satánicos y por supuesto, los conejos, representaciones demoníacas en muchas culturas.
Rabbits no pasa desapercibida y deja en el espectador una cierta angustia existencial, una perturbadora sensación de incomodidad y una imperiosa necesidad de tratar de entender cuál es el verdadero mensaje que el director quiso trasmitir, algo fuera del alcance de cualquier espectador.
Creo que, en definitiva, está en uno desentrañar el críptico mensaje. El film es un juego onírico abierto a las diversas interpretaciones que se puedan dar y pienso que todas son válidas, incluso aquellas que dicen que detrás de Rabbits se esconden mensajes secretos, oscuros y satánicos.