Desesperada.
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Por Jorge Marchisio.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Llega a las salas de cines latinas una película protagonizada por Naomi Watts, y lo primero que se me vino a la mente fue ¿Será esta la peli donde Naomi vuelva a encontrar el rumbo? Y por desgracia, la respuesta fue un rotundo no.
La trama sigue a Amy, una madre viuda que mientras hace su rutina de correr por un bosque cercano, se entera que en el colegio donde asiste su hijo mayor, se dio un incidente con estudiantes armados; y el principal sospechoso es su propio retoño.

La historia a priori suena bien, con una madre que se entera de semejante tragedia, para luego tratar de entender qué podría llevar a uno de sus hijos a cometer semejante acto, todo mientras se encuentra alejada de su auto y de cualquier posibilidad de saber que está sucediendo, teniendo como única herramienta su teléfono que cada vez se va quedando con menos batería.
Esto hace que el total de la película (que además es bastante corta) la cargue Naomi Watts a sus espaldas. Y acá es cuando vemos la ventaja de contar con una gran actriz, que pese a venir de capa caída, el talento no lo pierde y sin mucho esfuerzo se convierte en lo mejor de Desesperada. Porque el resto…

Suponemos que todo el presupuesto se lo gastaron en contratar a Naomi Watts, porque el hecho de que todo sea ella trotando en un bosque, solo es una señal para darnos cuenta de que tuvieron a la pobre australiana yendo y viniendo una y otra vez por el mismo lugar, mientras mediante la iluminación y los encuadres disimulaban que todo sucedía a lo largo de kilómetros de la nada misma.
Igual esto no lo decimos como algo malo, sino que se nota la pequeñez del proyecto, y que confiaron en su actriz principal demasiado, porque la historia que tenían no daba para mucho más. Y para mayores pruebas, solo basta ver cómo se estiran los dos giros de guion que comentamos más arriba.

En conclusión, Desesperada es una película aceptable y poco más. No es un desastre, pero cuesta entender cómo la actriz de Mulholland Drive terminó en proyectos tan menores como el que acabamos de contarles.