La ciudad perdida: una comedia muy vacía.
2 minutos de lecturaPor Mario Luzuriaga.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Aventuras, romance, acción y humor son un combo ideal para contar una historia. Pero esa combinación tiene que ser bien ejecutada y, lamentablemente, no es el caso de La ciudad perdida.
Loretta Sage (Sandra Bullock) es una novelista de historias románticas mezcladas con aventuras. Para eso cuenta con Alan (Channing Tatum), un torpe modelo que oficia como el héroe que se hace visible en la tapa de sus libros. Luego de una discusión, Loretta es secuestrada por un joven millonario llamado Abigail Fairfax (Daniel Radcliffe), quien está obsesionado con un tesoro que aparece en los manuscritos de Loretta. Es ahí donde Alan decide rescatarla y vivirán una disparatada aventura.
En los ochenta hubo un gran número de películas que se centraron en las aventuras, la principal es la trilogía de Indiana Jones; pero hubo una que se acerca mucho a esta película, en la que se centra esta review, y es Romancing the Stone y su secuela The Jewel of the Nile.
La ciudad perdida quiere recuperar esa fórmula, pero Sandra Bullock y Channing Tatum no logran tener la química que tuvieron Michael Douglas y Kathleen Turner en las películas dirigidas por Robert Zemeckis. En esa época funcionaban muy bien esos enredos y aventuras en una pareja dispareja. Aquí se lo ve forzado y se ajusta a los temas de agenda, invirtiendo roles y cosificando a Tatum como si fuera algo “divertido”.
El personaje de Tatum es por demás interesante, ya que se lo vincula directamente con un personaje muy particular: Fabio.
Fabio fue un modelo italoamericano que se hizo conocido por ser el modelo de las tapas de novelas románticas durante los ’80 y ’90. Su cabellera rubia y su físico, lo convirtieron en un adonis para muchas mujeres. Pero saltó a tener reconocimiento mundial en la serie de acción Acapulco H.E.A.T.
Tatum está muy bien en la comedia y puede salir de su rol de galán, para poder brindar una actuación decente y es el personaje que logra empatizar con todo el público.
Sandra Bullock hizo la película de puro compromiso, no se notó que le haya puesto todo de sí, ya que ella es buena para la comedia. Aquí se la vio cumplir con su trabajo y punto.
Daniel Radcliffe trata de hacer un villano, pero queda en el mero intento. Siempre quedará en la retina como el niño mago que conquistó a varias generaciones.
En conclusión, la película quiere divertir, pero no llega a conformar del todo. Lo único interesante y simpático fue Tatum, que sostuvo toda la película.
Calificación: Mala.