The Northman.
3 minutos de lecturaPor César Arturo Humberto Heil.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Cuando Robert Eggers hizo su aparición en la pantalla grande con su opera prima La bruja (2015) el mundo del cine empezó a verlo como una gran promesa. Su particular estilo visual, su forma de narrar una historia de terror sin los típicos clichés del género y su apuesta a un fuerte desarrollo de los personajes por sobre la trama, hicieron que se posicionara como uno de los directores jóvenes más interesantes y prometedores.
Su última película El hombre del norte (2022), después de la enigmática y expresionista El faro (2019) es simplemente una obra maestra. Con un presupuesto notablemente superior a sus anteriores films y un elenco de actores de primera línea como son Alexander Skarsgård, Nicole Kidman, Ethan Hawke, Willem Dafoe y su actriz fetiche Anya Taylor-Joy, El hombre del norte representa unos de los desafíos más importantes del director en cuanto al trabajo de producción y puesta en escena.
La historia en la que se basa la película es una de las más antiguas y conocidas de la literatura y dramaturgia mundial y que hemos visto en infinidad de películas y especialmente en obras de teatro. Inspirada en la magnífica tragedia de William Shakespeare, Hamlet, El hombre del norte recrea las peripecias de Amleth (Skarsgård) que siendo un pequeño (Oscar Novak) es testigo del asesinato de su padre, el rey Aurvandil War-Raven (Hawke) a manos de su propio tío Fjölnir (Claes Bang). Luego de escapar de la furia asesina de los conspiradores de su tío, el joven Amleth jura vengar la muerte de su padre.
En su exilio, Amleth crece al amparo de una tribu vikinga bastante salvaje, la cual utiliza las técnicas de cacería de lobos y visten con sus pieles. Son extremadamente violentos y no tienen ningún reparo en asesinar, saquear e incendiar aldeas y secuestrar a los jóvenes para unirlos a sus huestes.
Es en este brutal ambiente donde Amleth irá masticando durante años su venganza. Gracias a la bruja Seeress (Björk) Amleth encontrará la forma de llegar hasta su tío Fjölnir, quien ha tenido que escapar a territorios remotos para formar un nuevo reino.
Al igual que en el mito del héroe, Amleth deberá pasar por algunas pruebas y encontrar su poderosa espada para luego llegar al reinado de su tío como un esclavo. Con los días, Amleth se ganará la confianza de Thórir (Gustav Lindh) el hijo de Fjölnir y se enamorará de Olga (Taylor-Joy) para luego entre las sombras desatar su violenta y sangrienta venganza.
Como en toda tragedia, la fatalidad es inevitable y el destino del héroe está marcado. La sangre debe ser derramada para que la ira que carga sobre sus hombros sea sanada. Al igual que en la obra de Shakespeare, Amleth logra concretar su obsesiva venganza, derrotar al tío traidor y honrar así la memoria de su padre, pero el precio que pagará será muy alto al descubrir que su madre, la reina Gudrún (Kidman) también ha sido parte de la traición.
El hombre del norte destaca en todos sus rubros técnicos, especialmente en la ambientación, la fotografía, el vestuario y en los detalles históricos. Eggers logra un film perfecto, rodado prácticamente sin efectos digitales, en escenarios naturales y con una dirección de arte y de producción de las mejores que he visto últimamente.
Con actuaciones sobresalientes entre las que destacan las de Alexander Skarsgård, Nicole Kidman y Anya Taylor-Joy, El hombre del norte es un producto clásico, que se acerca más al cine mainstream, pero que gracias a la minuciosa rigurosidad de Eggers en cuanto a los detalles de la cultura y mitología vikinga, algunas imágenes surrealistas y oníricas y un final de antología, logra romper los estereotipos y nos regala un producto sólido y atrapante que nos sumerge en una trágica historia de traición, brujería y venganza.
No dejen de ver esta maravillosa película.
Calificación: Excelente.