El hombre increíble.
2 minutos de lecturaPor Jorge Marchisio.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Hay películas que, a fuerza de buenas ideas, efectos o haber impactado en el momento del estreno, se volvieron cintas de culto. Hoy vamos a hablar de una de ellas, aprovechando que la volví a ver hace poco. Veamos qué tal El hombre increíble.
La historia sigue a Scott Carey, un hombre que estando en un yate con su esposa, es rodeado por una extraña niebla. Al poco tiempo, y al parecer por culpa de este incidente, Scott comienza a empequeñecer de forma cada vez más gradual, a riesgo de no solo no encontrar una solución, sino de que su vida corra peligro al ser cada vez más diminuto.
Esta película de 1957, basada en una obra de Richard Mattheson, es una que a nivel personal me impactó bastante, por algo que sucede en el clímax. Si no saben de qué hablamos, solo hace falta ver uno de los tantos posters que hay, para darse cuenta lo mal que lo podría sufrir alguien que padece de aracnofobia, con la ya ahora archi conocida pelea con la araña en el tramo final. Algo que a nivel visual fue sorpresivo, y que vamos a comentar a continuación.
El apartado visual de esta película, teniendo las limitaciones de la época y el no muy alto presupuesto con el que se contaba, es sin dudas impecable. Y esto no lo decimos por los cromas que, sí se notan, pero solo si estamos atentos. En ese sentido debemos felicitar a los actores por saber dónde ponerse y hacia donde mirar a la hora de interactuar con cosas que no había ahí. Pero el diseño de producción tampoco se queda atrás. El trabajo que hicieron para fabricar todo el atrezo que hace parecer a nuestro protagonista (un hombre bastante alto si prestamos atención al inicio) como un pigmeo, asombra. Estamos ante una muestra clara que los efectos tradicionales siempre van a ser mejores que el CGI de dudosa calidad que nos llega hoy en día.
Pero la trama también nos plantea algunos temas interesantes. Y no solo lo decimos por cómo el protagonista culpa a todos por lo que le pasó, sino que fue un accidente. Aparte de eso, también, se habla de filosofía, del lugar que ocupa el ser humano en el mundo, y si en realidad tenemos control sobre nuestra vida, o somos marionetas del destino y ya. Muy interesante.
En conclusión, El hombre increíble es de esas películas tan conocidas, que quizás muchos sin haberla visto, saben su trama, o incluso reconocerían algún fotograma de la ya mítica pelea entre nuestro protagonista y la tarántula. Ahora que les contamos de qué trata y las condiciones en las que se realizó: ¿Le van a dar una oportunidad?