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Tu cara me suena: Adiós a Philip Baker Hall.

3 minutos de lectura

Por Diego M. Bravo.

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.

Originalmente publicada en la edición en papel de la revista Cine Fantástico y Bizarro Nro. 33 (octubre de 2018), pudimos homenajear en vida a este excelente y destacado actor de reparto que fue Philip Baker Hall, quien falleció el pasado 12 de junio, a los 90 años y a quien recordaremos a continuación.

Vivir del azar.

Baker Hall nació el 10 de setiembre de 1931, en Toledo, Ohio. Luego de servir en el ejército, se graduó como profesor de inglés. A sus 30 años, le empezó a picar el bichito de la actuación, y por este motivo se mudó a Nueva York, y empezó a hacer sus primeras armas en el mundo teatral. Debutó en el cine con un pequeño papel, en nada más ni nada menos que en el desembarco del gran director italiano Michelangelo Antonioni en el cine yanqui: Zabriskie Point (1970). Durante la década de los ’70, su carrera se desarrolló básicamente en la tv, ya sea en telefilms o en series como MASH, Los Waltons y El Hombre de la Atlántida. En los ’80 en Quincy, Cagney & Lacey, T. J. Hooker, Benson, División Miami, Lazos Familiares, entre otras.

Honor secreto.

Precisamente durante los ’80, en una presentación teatral en la que corporizó al ex presidente Richard Nixon, el célebre director Robert Altman quedó conmovido por su actuación y por eso mismo lo hizo protagonista de su obra teatral filmada Secret Honor (1984), que es un verdadero tour de force, ya que se sostuvo por su única y exclusiva presencia durante toda su duración. Por este trabajo excepcional, fue postulado a varios premios y finalmente pudo tener continuidad en el mundo del cine e hizo carrera allí.

Así somos.

Arrancando con Cita con el peligro (Three O’Clock High, 1987) de Phil Joanou, Fuga a la medianoche (Midnight Run, 1988) de Martin Brest, Digan lo que quieran (Say Anything, 1988) de Cameron Crowe y Cazafantasmas 2 (Ghostbusters 2, 1989) de Ivan Reitman, entre otras.

En los ’90 se convirtió en un sólido y clásico actor de reparto a la vez, haciendo de senador, jefe, juez, etc. En pelis como: El beso de la muerte (Kiss of Death, 1995) de Barbet Schroeder, Ojo por ojo (Eye for an eye, 1996) de John Schlesinger y Avión presidencial (Air Force One, 1997) de Wolfgang Petersen.

En clásicos absolutos como El show de Truman (The Truman Show, 1998) de Peter Weir, Enemigo público (Enemy of the State, 1998) de Tony Scott, el remake plano a plano en colores de Psicosis (Psycho, 1998) de Gus Van Sant, El Informante (The Informer, 1999) de Michael Mann, El talentoso Sr. Ripley (The Talented Mr. Ripley, 1999) de Anthony Minghella, La suma de todos los miedos (The Sum of All Fears, 2002) de Phil Alden Robinson, Todopoderoso (Bruce Almighty, 2003) de Tom Shadyac, Dogville (2003) de Lars Von Trier, Terror en Amityville (The Amityville Horror, 2005) de Andrew Douglas, Zodíaco (Zodiac, 2007) de David Fincher y Argo (2012) de y con Ben Affleck, entre muchísimas otras.

El Show de Truman.

También es de destacar su papel en el famosísimo telefilm Sin advertencia (Without Warning, 1994) de Robert Iscove con guion del talentoso Walon Green, que recrea un noticiero en tiempo real, que preanuncia una catástrofe espacial, con sumo realismo.

Y también siguió consolidándose en tv, como invitado en: El fugitivo, Sin rastro, Everwood, Monk, Boston Legal, El ala oeste, Big Love, Psych, Curb Your Enthusiasm, Modern Family, The Newsroom, BoJack Horseman, entre otros. Su último trabajo fue en la miniserie Mesías (Messiah, 2020).

Todas las cosas buenas.

Pero este valioso intérprete fue el actor fetiche, en los comienzos de su carrera como director, del talentosísimo Paul Thomas Anderson, quien lo hizo protagonista de su corto Cigarettes and Coffee (1993), en su primer largo Vivir del azar (Sindey, 1996) y formó parte del elenco de Juegos de placer (Boggie Nights, 1999) y el rol clave de Jimmy Gator en Magnolia (1999). Y por último, es de mencionar su protagonismo absoluto en el film independiente de 2005, escrito y dirigido por Nicole Bettauer, Un día, un pato (Duck), en donde nuevamente nos dejó un rol enternecedor como Arthur, un anciano que a punto de suicidarse se hace amigo de un pato huérfano y juntos emprenden diversas aventuras tragicómicas.

Un inolvidable actor de reparto que se merecía que lo recordemos, ya que siempre cuando lo vemos decimos: “Tu cara me suena”.

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