Crítica: Obi-Wan Kenobi, el regreso del Jedi.
2 minutos de lecturaPor Mario Luzuriaga.
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Nuevamente Disney+ sigue generando éxitos y ahora lo hace con uno de los héroes más importantes de la franquicia de Star Wars, como lo es Obi-Wan Kenobi, el caballero Jedi que se llevó el cariño del público desde su primera aparición en 1977. Luego sumó más popularidad con la trilogía de las precuelas galácticas, y fue interpretado por Ewan McGregor, quien repite su rol en la serie.
La historia se desarrolla 10 años después de Star Wars: La venganza de los Sith. El Imperio Galáctico gobierna con puño de hierro y está al acecho de los últimos caballeros de la Orden Jedi que quedan vivos. Obi-Wan reside en el desértico planeta Tatooine a escondidas, pero todo se complica con la llegada de “Los Inquisidores”, que quieren capturarlo. En la travesía se va a encontrando con muchos personajes familiares y, sobre todo, con Darth Vader.
La serie se desarrolla en seis capítulos intensos haciendo hincapié en los eventos de la saga, pero la falla es que se enfocan en un personaje secundario y se pierde lo que todos los fanáticos esperaban. Si bien hubo momentos para dejar conforme a los fanáticos, flaqueó al momento de centrarse en los personajes clave como lo eran Obi-Wan Kenobi y Darth Vader.
El protagonismo lo tuvo Reba, una miembro de “Los Inquisidores”, que tuvo el repudio del público desde el día que se estrenó la serie, al punto tal que hubo mensajes totalmente racistas para con la actriz Moses Ingram. Esto se debe a una movida “inclusiva” que aporta Disney en sus nuevos productos, que quieren resaltar a las minorías; algo que particularmente este redactor celebra, siempre y cuando no se imponga de manera forzada.
Volviendo a la serie, cabe destacar la labor de la niña Vivien Lyra Blair como la princesa Leia, quien se llevó el amor de todos por su interpretación de este gran personaje. Hubo momentos en la que Blair opacó al mismísimo McGregor y se lo pudo disfrutar, como así también se metió en la acción de esta travesía galáctica.
Ewan McGregor, el protagonista, pudo rescatar algunos aspectos del sabio Jedi, logrando emular al ya fallecido Alec Guinness, pero a la vez combativo y dubitativo en ciertas acciones. Eso molestó a la fanaticada, pero para este redactor fue efectiva.
Será el factor nostalgia, pero no sumó para nada que Hayden Christensen regrese como Vader, ya que lo opacó el siempre confiable y potente James Earl Jones, poniendo la voz característica, que da igual quien esté vestido, lo que importa es esa amenazadora voz que le hace helar la sangre a más de uno.
La serie está bien planteada, visualmente perfecta, pero dejó muchos cabos sueltos, que esperemos que se logren resolver en una próxima temporada.
Calificación: Buena.
Disponible en Disney+.