Proyecto X
3 minutos de lecturaPor Jorge Marchisio.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Hablar de comedia es bastante difícil. De hecho, los propios actores confiesan que les es más complicado hacer reír que filmar un drama; ya que eso que nos provoca risa, es bastante subjetivo. Por eso hoy voy a hablarles de Proyecto X, film que volví a ver estos días, y que, en lo personal, siento que en su momento pasó bastante desapercibido. Empecemos.
Esta vez vemos como un grupo de amigos (Thomas, Costa, J.B. y Dax), decide festejar el cumpleaños de uno de ellos, y grabar todo el evento. El asunto es que no son muy populares, pero Costa, el más fiestero de ellos, se las arregla para que todo el instituto asista al cumple. Lo que ninguno de ellos esperaba, era el nivel de locura y desmadre con el que iba a terminar escalando todo.
Estamos ante una película de found footage, o de material encontrado; un estilo visual que, en lo personal odio, porque por lo general es una excusa para que ni el director ni el director de fotografía, se preocupen por realizar buenos encuadres o mostrar un mínimo de interés por la iluminación. Pero en este caso, dicha herramienta si funciona, ya que aporta bastante a lo de “fiesta que se salió de control”, ya que somos uno más de los espectadores de dicho caos.
Aparte que la casi inexistente trama, centrada solo en una fiesta de adolescentes, es tremendamente efectiva. Si, a todos los cinéfilos nos gusta ver películas con buenas historias, algún giro de guion sorprendente y grandes actuaciones. Pero todos, también, fuimos adolescentes que en algún que otro momento asistimos a fiestas de fin de cursada. Quizás no todos se salieron de control, pero en menor o mayor medida, alguna vez fuimos o estuvimos cerca de ser los protagonistas de Proyecto X.
¿Cosas negativas de la película? Varias. La primera y principal, es que eso que estamos viendo es la filmación del cumpleaños, hay que tomarlo con muchas pinzas, porque por más de un momento, tenemos planos que ninguna cámara casera podría tomar, como, por ejemplo, tomas desde adentro de una piscina. Alguien podría decir que algunos planos y contraplanos donde no está el personaje que está filmando, son debido al uso de celulares, pero nunca se nos dice que todo está montado utilizando diferentes videos.
El otro gran, pero, es que, si bien estamos ante una exageración, ningún adolescente normal permitiría que todo se vaya tan al tacho, llamando él mismo a la policía antes de que su casa termine hecha una miseria.
En conclusión, Proyecto X es una comedia ligera, de esas que no nos exigen tanto como espectadores. Si ya están bastante grandes, seguro les va a sacar alguna sonrisa al sentirse un poco identificado con alguno de los tantos personajes que rondan en la fiesta más loca del cine.