Speak No Evil: Terror Danés
3 minutos de lecturaPor Daniel López Pacha.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Speak No Evil, película de terror, drama y suspenso danesa, está dirigida por Christian Tafdrup. Con guion de Christian Tafdrup y su hermano Mads Tafdrup, la fotografía de Erik Molberg Hansen, la edición de Nicolás Monberg y música de Sune Kolster. Distribuida por Nordisk Film. Filmada en Fyn (Dinamarca), Friesland (Países Bajos) e Italia. Se puede ver por Shudder.
En el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bucheon obtuvo el Premio a mejor director y en el Festival Internacional de Cinema de Terror de Lisboa obtuvo el Premio al Mejor Largometraje Europeo.
Protagonizada por Morten Burian (Bjorn), Sidsel Siem Koch (Louise), Fedja van Huêt (Patrick), Karina Smulders (Karin), Liva Forsberg (Agnes), Marius Damslev (Abel).
Sinopsis: Bjorn y Louise, son una pareja de Dinamarca, que pasan sus vacaciones en la Toscana con su hija Agnes. En ese lugar se hacen amigos de Patrick y Karin, una pareja holandesa, y de su hijo Abel. Después de unos meses, Bjorn y Louise reciben una invitación de la familia holandesa para que vayan a visitarlos a su casa de campo en los Países Bajos. Los dueños del lugar se presentan como aventureros y de espíritu libre; sin embargo, este nuevo encuentro toma un giro inesperado cuando ocurren malentendidos. Esta familia holandesa comienza a poner a prueba los límites a sus invitados daneses, y Bjorn y Louise quedan atrapados en una red de buenas intenciones. Ellos no están seguros de que sí Patrick y Karin son unos simples extraños o si realmente esconden algo más siniestro. La situación se va intensificando y queda claro que Patrick y Karin no son lo que sus invitados pensaban que eran.
La película es un desmantelamiento moral sobre la obligación social en extremo. Pongo en claro, que esta película no es para cualquiera, porque es difícil de ver, es muy intensa, y mucho más imponente que una película de terror común y corriente. Va incitando a la idea sobre el pecado, esto permite estar socialmente obligado hasta el punto de romper con la cordura llanamente. Es una película terroríficamente perturbadora, haciéndolo muy claro y conciso.
Para entender, esta película es un comentario sobre nuestras costumbres y estándares sociales, va sacando a destacar el pecado de las exigencias sociales y los impactos sobre la familia y los círculos extendidos.
Comienza como una comedia de humor negro, para luego ir dirigiéndose al territorio del terror social inteligente y calando en la angustia, con un argumento que busca sobresaltar ante los encuentros satíricos e incómodos, con una sensación de amenaza próxima en el aire, lo cual no oculta el desvelar de la importancia de descubrir lo que amenaza debajo de la superficie.
En un sentido, esto podría pasarnos a cualquiera de nosotros en un fin de semana de desconexión en convivencia con unos desconocidos, en donde los temas de conversación amistosos pueden derivar pronto en temas espinosos, de cómo hacer las cosas o de cómo educar a los hijos que, esto al igual que la política, son temas tabúes si uno no quiere acabar discutiendo. Acá lo hace bien y juega con las dinámicas de poder que va cambiando constantemente de una extraña conversación a la siguiente, para ir aprovechando la ansiedad social y la naturaleza claustrofóbica del comportamiento humano extrovertido.
El director utiliza estas conversaciones y reacciones de los protagonistas para angustiarnos, junto a la magnífica fotografía que revela las expresiones de los rostros de los actores, con un clímax profundamente angustioso reforzado por la oscura e intensa partitura de Sune Kolster, que va insinuando lo que está por venir.
En síntesis, al principio parece lenta, sin embargo los personajes van de a poco percibiendo que algo no va bien, y sin llegar a detonar hasta el final, la película mantiene un nivel constante de tensión creciente, bien sincronizada para ir preparándonos para algo que capaz nos genere malestar y nos angustie. De lo mejor del terror danés.