Summer of 84: aquellos turbios veranos
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Seguimos con el Summer Mode, trayendo esta vez una película que literalmente en su título tiene la palabra “Summer”, pero que nos llega desde el 2018 y no del 84. Bueno, basta de chistes malos y veamos por qué Summer of 84 es una cinta injustamente olvidada.
Por Jorge Marchisio
La trama se sitúa, justamente, en el verano de 1984, en un pequeño pueblito de Estados Unidos donde vive un grupo de amigos, en el cual, uno de ellos, sospecha que el policía del barrio es el culpable de la ola de desapariciones y asesinatos que está asolando el lugar. Todos ellos, juntos con una vecina, se pondrán como meta descubrir la verdad.
La trama no puede parecer la gran cosa, de hecho, podríamos decir que tampoco lo es; pero donde gana esta película es en casi todo lo demás. Lo primero que resalta, es que supieron colgarse del mega éxito que estaba siendo Stranger Things en sus inicios; usando de la misma forma el factor nostalgia por los ’80, pero esta vez centrándose en un asesino en serio, y no en un factor sobrenatural.
Esto hace que tanto los espectadores que ya peinamos canas, como los jóvenes que estaban enamorados del producto de Netflix, conecten de inmediato con Summer of 84; aparte de que el hecho de no especificar bien dónde pasa la acción, hace que todos podamos imaginar que sucedía en una zona que conocíamos. De nuevo, conexión directa con el espectador.

Mención aparte también para la enorme química que tiene el quinteto principal. Tanto los cuatro amigos, como la chica de turno que funciona como voz de la razón e interés romántico de nuestro protagonista, muestran que al menos en el set, se llevaron muy bien. Y eso, cuando se transmite a la pantalla, siempre suma varios puntos. Y mejor no hablemos del final, se agradece que salgan de lo convencional.

Conclusión
Summer of 84 es una película chiquita, pero que desborda talento y cariño por todos los poros. Evocando a una época de inocencia que sabemos que nunca volveremos a vivir, la vamos a ver con una sonrisa nostálgica en la boca, mientras agradecemos el haber recibido algo que se aleja de los grandes tanques blockbuster que recibimos semana a semana en la actualidad.