Summer of Sam: verano trágico

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Continuando con nuestro Summer Mode, hoy les traigo un filme algo olvidado y bastante criticado al momento de su estreno, pero que no deja de ser una interesante obra en la carrera del director Spike Lee. Me estoy refiriendo a Summer of Sam (1999).

Por César Arturo Humberto Heil

Tiempos violentos

Estamos en el caluroso verano de 1977 y los asesinatos de El hijo de Sam tienen aterrorizada a la población de la ciudad de Nueva York. El misterioso psicópata salía por las noches a matar a desprevenidas parejas y lo hacía impulsado por la figura de un perro negro llamado Sam que, según el propio David Berkowitz, lo obligaba a salir en búsqueda de sangre.

Es en este contexto de confusión y miedo donde el director Spike Lee se posiciona para desarrollar Summer of Sam y así hablarnos de los temas que lo preocupan, como son las minorías excluidas de una sociedad opulenta por un lado y tristemente pobre por otro, temática que ya había esbozado en la estupenda Haz lo correcto (1989).

Con una fuerte crítica sobre la sociedad de Nueva York de los años setenta, Lee realizó Summer of Sam para profundizar aún más sus obsesiones. La historia de los asesinatos del hijo de Sam le sirvió de excusa perfecta para regresar sobre una de sus principales preocupaciones: las peleas entre las distintas tribus urbanas. En este caso, los personajes elegidos no son negros, sino italoamericanos de un barrio del Bronx, lo cual en definitiva es la misma problemática, porque tanto negros como italoamericanos tienen más de un punto en común.

El director utiliza una estructura coral, que nos cuenta las distintas historias de los personajes y una puesta en escena signada por la extrema violencia, propia de una ciudad marcada por las diferencias socioculturales. Spike Lee construye un fresco social partiendo de Vinny (John Leguizamo), un peluquero que está casado con Dionna (Mira Sorvino) y continuando por Ritchie (Adrien Brody), amigo de la infancia de Vinny. Ritchie es un personaje pintoresco, enmarcado en la incipiente subcultura punk. Su peinado en puntas, típico del que usaba el líder de los Sex Pistols, Johnny Rotten, y su vestimenta con la bandera inglesa, así lo demuestran. Está casado con Ruby (Jennifer Esposito), a quien no trata de la mejor manera por no ser la mujer sumisa que todo matrimonio exigía según la mentalidad de esa época.

El machismo todavía tenía una fuerte raigambre en el seno familiar, pero esa postura machista es una justificación para ocultar su doble vida de bailarín stripper en un club gay de Manhattan.

Pinta tu aldea y pintarás el mundo

Si hay algo bueno que tiene Summer of Sam es la maestría de Spike Lee para ir incorporando el ruido urbano a la desdichas de sus personajes. Así surgen los sonidos de la televisión, de las tiradas de los diarios sensacionalistas con las noticias sobre los asesinatos, la música de la época, que va entre el rock clásico, el punk furioso y desbocado y el disco más bailable. Toda esta artillería sonora le sirve a Lee para enfrentar esas distintas subculturas como son la del punk, el rock y la música disco.

Lo cuestionable de Summer of Sam es la innecesaria duración de la película. Dura la friolera de 140 minutos, lo que la hace por momentos reiterativa en las temáticas que aborda. También es discutible la constante inclusión de algunos símbolos, como es el caso del cartel con la leyenda “Sin salida”, ubicado en el callejón donde sucede una buena parte de la acción y que refiere a la situación en que se encuentran sus personajes. Más que obvio.

Los asesinatos de El hijo de Sam funcionan a modo de pausa para el relato, pero al mismo tiempo como una perfecta metáfora de las tensiones sociales que sucedían por aquellos tiempos en una Nueva York violenta y convulsionada, que dejaba expresar su ira en personajes como David Berkowitz y sus terribles asesinatos.

Las escenas con las muertes son escasas. Las pocas veces que aparecen vemos al hijo de Sam asesinando a parejas o mujeres solas y acompañado siempre por temas musicales de la época, cuyo volumen se eleva en el momento en que aparece la sangre. Otro recurso semiótico que Lee utiliza para reforzar su idea.

Conclusión

El filme funciona como pintura de esas subculturas barriales olvidadas por la administración central. No así como retrato histórico de un hecho criminal trascendente, como fueron los asesinatos cometidos por Berkowitz, ya que su inclusión es a modo de anécdota para desarrollar otra historia.

Con sus aciertos y errores, Summer of Sam es una película para volver a ver, ya que permite acercarse a una época turbulenta, que no solo tuvo a los crímenes de El hijo de Sam, sino que en ese mismo año sufrió las temperaturas más altas en años y además el apagón de la historia, que dejó a la ciudad de Nueva York sumida en la oscuridad total y provocó importantes saqueos de comercios, convirtiendo a aquel verano del 1977 en uno de los más trágicos.

Disponible en Disney Plus

Calificación: Muy buena