Rabia: Homenajeando al maestro
3 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Hacer un remake de un filme del director David Cronenberg es al menos en principio, una acción arriesgada. Quienes conocemos y gustamos el cine de este cineasta canadiense sabemos que, como todo creador independiente, sus producciones llevan impresas y de manera muy explícita, un sello distintivo indiscutible, el cual no suele ser nada fácil de imitar. Solo su hijo Brandon sea quizá uno de los mejores imitadores del estilo que tanto caracteriza a su padre.
Por César Arturo Humberto Heil
Las hermanas Jen Soska y Sylvia Soska, directoras de American Mary (2012) regresan en 2019 con una adaptación del filme Rabia (1977) que Cronenberg había rodado a finales de la década del 70, cuando recién comenzaba en el mundo del cine
El filme es bastante fiel al original desde todo punto de vista. La historia se centra en Rose (Laura Vandervoort) una aspirante a diseñadora de modas y asistente del diseñador consagrado Gunter (Mackenzie Gray) que es brutalmente desfigurada luego de sufrir un accidente con su moto.
En un intento de recuperar algo del rostro que Dios le dio, busca ayuda en una clínica experimental a cargo del doctor William Burroughs (Ted Atherton), quien se dedica a la regeneración de tejidos con células madre. Pero, porque en este tipo de películas siempre hay un pero, a pesar de lucir mejor que antes, lograr mayor autoestima y tener el reconocimiento de su jefe, quien le da rienda libre para crear su nueva colección de vestidos. Las consecuencias de su tratamiento serán devastadoras para ella y para la población. Esta se verá afectada por una epidemia de rabia cuyo origen está en su necesidad de consumir sangre.
Si bien Rabia no supera a la original, no defrauda. Es un buen homenaje al cine de los setenta y ochenta. Esto queda claro en sus efectos prácticos, que mantienen la estética de los años ochenta en sus personajes estereotipados. En especial el doctor, que está al borde del ridículo en su debilidad a la hora de ser verosímil y en una iluminación contrastada y recargada en donde el color rojo se muestra predominante. Incluso las hermanas Soska van más allá e incluyen una escena onírica del personaje de Rose en donde los cirujanos que hicieron su intervención utilizan vestimenta médica roja, al igual que los gemelos ginecólogos Beverly y Elliot en el filme Dead Ringers (1988) también de Cronenberg.
Conclusión
Con buenas dosis de gore y body horror en los últimos minutos, Rabia no pretende más de lo que ofrece, que es homenajear a uno de los maestros del género y eso está más que garantizado. El resto, es un entretenimiento mediocre que es bastante disfrutable a pesar de su primera media hora en donde no pasa demasiado y la trama se torna un poco aburrida.
No esperen ver algo superador, pero si les gusta el género enmarcado en el body horror y son fanáticos del cine de los ochenta y del director Cronenberg, seguramente la van a disfrutar.
Calificación: Buena