Los plomeros de la Casa Blanca: Los hombres del presidente
3 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. En esta oportunidad voy a hablar de la miniserie del año. La misma es tratada con un humor y eso hace que empatices con seres por demás despreciables. Me refiero a la gran producción de HBO: “Los plomeros de la Casa Blanca”.
Por Mario Luzuriaga
Cuenta la verdadera historia de cómo los propios saboteadores políticos de Nixon y los cerebros de Watergate, E. Howard Hunt (Woody Harrelson) y G. Gordon Liddy (Justin Theroux), accidentalmente derrocaron la presidencia que estaban tratando de proteger.
El cine político es por demás importante, ya que se logra entender parte de la historia de diversos países. Para los estadounidenses, la única presidencia “turbia” que tuvieron fue la de Richard Nixon. Un hombre muy particular que le gustaba ejercer inteligencia dentro de su propio país y a sus competidores.
Fue objetivo de la prensa escrita. Primero por haberse filtrado los famosos “Papeles del Pentágono”, una serie de información militar clasificada, que contaba lo que realmente sucedía en la Guerra de Vietnam. El gobierno empezaba a ser cuestionado e iba por la reelección de Nixon, y no tuvieron la “brillante” idea de espiar a sus competidores por la Oficina Oval.
Woody Harrelson viene de una seguidilla de grandes papeles como en “True detective” y “El triángulo de la tristeza”, por mencionar lo reciente. Aquí interpreta al ex agente de la CIA, devenido en escrito, E. Howard Hunt Jr., un hombre que se dedicó a la inteligencia desde la Segunda Guerra Mundial, y que estuvo involucrado en diversos asuntos turbios como el asalto a Bahía de Cochinos en Cuba y el asesinato del presidente John F. Kennedy.
Harrelson logra una gran interpretación de este hombre que ostenta su buen vivir, pero a la vez es señalado por todos. Algo culto y burdo, Hunt siempre se las ingenia para salir adelante con su particular sentido del humor, pero que en el momento más terrible de su vida se quiebra y puede verse ese derrumbe tan bien creado por el actor.
El otro gran pilar de esta historia es el ex agente del FBI y abogado G. Gordon Liddy, interpretado por un enorme Justin Theroux. El actor pone toda su maestría para encarnar a este desagradable hombre que aplica la frase “El fin justifica los medios” durante toda la miniserie. Un hombre totalmente frío y calculador que se cree que es el patriota número uno, justificando la operación por el bien de la patria. Es un hombre tan de ultra derecha, que tiene una admiración desmedida con Adolf Hitler.
A medida que avanza la serie vemos cómo este plan de espionaje se va desmoronando como un castillo de naipes, debido al mal funcionamiento y los arreglos que hacían los funcionarios públicos que estuvieron involucrados, para poder salvarse de quedar presos. Como siempre, los que pagan los platos rotos son los “idealistas”, como lo fueron Hunt y Liddy.
Una historia espectacular que siempre está vigente en el cine político mundial, y que cada vez descubrimos cuánto mal se ejerce cuando se cree tener razón. El ser humano comete muchísimas atrocidades sin darse cuenta que eso actos afectan, no sólo a su propia nación, sino que también al mundo entero.
Disponible en HBO Max
Calificación: Excelente