Macabre: Una verdadera relación tóxica
2 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. En esta página tenemos varias notas sobre películas de terror antiguas; por suerte todas hechas por gente que sabe bastante más que yo sobre el tema. Pero bueno, algún día me iba a tocar a mí, y la elegida fue Macabre, de Lamberto Bava.
Por Jorge Marchisio
Este film italiano trata sobre una mujer, que estando con su amante, se entera que su hijo murió ahogado. Estando desesperada, parte a ver qué pasó con su niñito, muriendo el amante en el camino. Tras salir de un hospital psiquiátrico, se muda a una habitación en una casona regenteada por un muchacho no vidente; pero extraños sucesos van a poner en alarma al casero.
Para aquellos que son ajenos al cine italiano de los ochenta enfocado en los policiales o terror (conocido como giallo, palabra bastardeada a día de hoy), vale aclarar que, si buscan algo con grandes efectos especiales, actuaciones de Oscar, o incluso un gran trabajo de sonido, hay que decirles que no lo van a encontrar en este tipo de cine. Aclarado esto, sigamos con la reseña de Macabre.
La película es bastante interesante, ya que alterna el protagonismo entre una mujer que tiene un sentido de culpa enorme, al haber perdido a su hijo mientras le era infiel a su marido, y luego a su amante por obligarlo a acompañarla; haciendo que quizás dos de las tres personas que más amaba, mueran casi al mismo tiempo. Mientras que el otro personaje importante, es el regente del caserón, que, si bien sabe que algo no anda bien, no tiene la certeza de qué es lo que está pasando, aparte de conectar rápidamente con el espectador debido a su condición de no vidente.
¿Sentido de culpa? ¿Alguien enamorándose de la persona equivocada? ¿Alguien que no debería ser malo siendo la maldad pura? En apenas 89 minutos y con casi una única locación, Lamberto Bava logra construir este potencial con muy pocos recursos, pero con bastante corazón; y, sobre todo, con muchos tintes de terror que hacen aun más interesante la historia.
Obviamente la película tiene cosas malas, como, por ejemplo, sus pésimas actuaciones, que pasan desde sobreactuar, a tener menos expresividad que “insertar actor inexpresivo que se les venga a la mente”. O una música demasiado invasiva, que muchas veces en vez de ponernos en situación, termina rompiendo la atmósfera.
En conclusión, Macabre es una buena película, si quieren ver algo diferente. No exige demasiado al espectador, pero tampoco lo trata de forma condescendiente; aparte que, a día de hoy, es casi imposible que nos lleguen esta clase de proyectos a nuestros cines.