Little Bone Lodge: Cuidado a quién le piden ayuda
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. En el terror hay un subgénero conocido como el de home invasion, que es donde un grupo de extraños intenta entrar a la fuerza a la casa de los protagonistas, quienes, pese a verse sobrepasados por la situación, deberán sacar una fuerza interna para hacer frente a, justamente, los invasores. Un poco de eso trata Little Bone Lodge.
Por Jorge Marchisio
La trama sigue a una familia compuesta por mamá, marido enfermo postrado en una silla de ruedas, y la hija adolescente de ambos, todos viviendo en una granja bastante alejada de las grandes urbes inglesas. Una noche de tormenta se presentan dos hermanos, con uno de ellos bastante mal herido, solicitando ayuda.
Y ahora seguro todos van a decir “eso ya lo vimos cientos de veces” y yo les voy a contestar “entonces no vean el trailer para no spoilearse el giro”. Porque sí, hay cierta vuelta de tuerca y momentos bastante turbios en Little Bone Lodge, que por desgracia son arruinados por aquellos genios que decidieron editar el trailer.
Pero aparte de las partes turbias y los giros de trama, la película se sostiene por dos pilares. El primero de ellos por las actuaciones, destacando por sobre los demás a nuestra protagonista, Joely Richardson (El patriota, Event Horizont), que está muy bien secundada, en especial, por el hasta ahora para mi desconocido Harry Cadby, en un rol bastante complicado de hacer, y que en manos de un actor mediocre, hubiera quedado ridículo.
Y el otro de ellos, es la ambientación. Tanto la granja aislada como la tormenta están muy bien conseguidas; y pese a que se nota que en su mayor parte estamos en un set, la ilusión está lo suficientemente bien lograda como para que no se note el decorado que simula ser una casona en el medio de la campiña inglesa.

En conclusión, Little Bone Lodge es una sólida película de suspenso centrándose en el home invasion, contando con muy pocos recursos, pero explotándolos al máximo. Es una muestra clara que muchas veces Hollywood infla los presupuestos de las películas por motivos extraños (o que todos sabemos y no hace falta decirlo), cuando está claro que a veces, menos, es más.