Barbie: Adiós muñeca
4 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Sin lugar a duda, el fenómeno cinematográfico del año es el nuevo film de Greta Gerwig, la directora de Mujercitas (2019) y Lady Bird (2017). Por eso, a continuación te cuento sobre el mismo y lo que me pareció.
Por Diego M. Bravo
Soy una chica tonta rubia en un mundo de fantasía
Gracias a datos de Ultracine, a este film se lo considera como el de mejor arranque del año, con 2.890.521 de entradas vendidas en su primera semana, concentrando el 56% del total de la taquilla, quedando como el film más visto del año. Este fenómeno se repite a nivel global, tanto en EE.UU. como en el resto del mundo. Y en esta primera semana cubrió el costo del rodaje y el elevado costo de promoción del film, y va a lograr una ganancia muy elevada para sus productores.
Este hecho es auspicioso por varios motivos, y que muy bien señaló nada menos que Francis Ford Coppola: “el hecho de que la gente llene los grandes cines para verlas y que no sean secuelas ni precuelas es una victoria para el cine”, refiriéndose tanto a este film como al nuevo de Christopher Nolan: “Oppenheimer”.
Viendo los avances del rodaje en su momento, desde un prejuicio absoluto y con el personaje que tomaba, se podía llegar a esperar lo peor. Afortunadamente detrás del proyecto se encontraban dos realizadores de la talla de Greta Gerwig y Noah Baumbach (director de filmes tales como “Historia de un matrimonio” y “Frances Ha”), a su vez matrimonio en la vida real y guionistas del film.
¡Vamos Barbie, vamos de fiesta!
Visto dicha película, es impresionante el logro artístico que logra Gerwig, en su múltiple rol de directora, guionista y productora junto con la mismísima protagonista (la talentosísima Margot Robbie) para tomar un juguete (de acuerdo con encuestas de la propia marca Mattel, que se encontraba en decadencia desde 2015, hecho que sabiamente es reflejado en el metraje) y de esta manera, poder contar una historia con un potente mensaje autorreferencial y feminista en el buen sentido del término.
Si a esto le sumamos el bellísimo homenaje al cine mismo desde su cuidada puesta cinematográfica, los maravillosos efectos prácticos que nos remiten desde George Melies (de inicios del cine mudo) hasta el Federico Fellini de “Y la nave va”. El colorido pastel de la paleta de colores que remite tanto a los filmes de Jacques Demy, como al Vincent Minelli de “Un americano en París” y la artificialidad de “El Show de Truman” de Peter Weir (fue consultado por la propia directora). El inicio del film homenajea en forma directa a “2001, Odisea del espacio” de Kubrick. Y luego hay referencias explícitas a “La Liga de la justicia”, “El padrino”, entre otras.
Pasando al elenco, tenemos encabezando a quizás la única mujer que puede encarnar a la “Barbie Estereotipada” y realizar una actuación deslumbrantemente brillante, como lo es Margot Robbie. Mención aparte para un actor todo terreno como Ryan Gosling, como un personaje tan ecléctico como lo es Ken, incluyendo los temas musicales que interpreta (pidiendo una postulación a mejor actor a los gritos). Will Ferrell con su villano ridículo que es una mezcla del Mugatu de «Zoolander» con el Lord Business de “The Lego Movie”. La humana Gloria, en la piel de America Ferrera, que debe bastante a su icónico rol en la versión yanqui de “Betty la fea”, y la participación cantando el tema nro. 1 “Dance The Night” y haciendo un pequeño rol como “Barbie sirena”, de la cantante Dua Lipa.
Usa tu imaginación, la vida es tu creación
Con todos estos elementos y virtudes, el tándem creativo Gerwig-Baumbach junto con Margot Robbie logran un film entretenido de principio a fin, que es una gran sátira autorreferencial, tomando un juguete de Mattel (que tomó este gran riesgo con tal de poder lucrar posicionando a su juguete estrella, arriesgando su propio prestigio y riéndose de sí misma, mostrando los accesorios de Barbie discontinuados y a sus ejecutivos son los villanos de turno). Poder realizar un análisis del rol de la mujer en la sociedad moderna, del hombre y su rol dominante en esta misma sociedad, y el cuestionamiento de un personaje de ficción buscando su humanidad, con la complejidad que ello conlleva.