Bird Box Barcelona: Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Los hermanos Alex y David Pastor se pusieron al frente de esta nueva entrega de la franquicia de Netflix, Bird Box, filme original del 2018 dirigido por la prestigiosa directora Susanne Bier y que tuviera relativo éxito en su momento.
Por César Arturo Humberto Heil
Para este 2023 lanzaron una nueva entrega partiendo de la misma premisa, pero con algunos cambios sustanciales respecto a la primera. Estos se centran en la locación y en un cierto aire místico espiritual en medio de un mundo distópico y post-apocalíptico.
La historia sigue los pasos de Sebastián (Mario Casas) y su hija Sofía (Naila Schuberth). Sebastián es un sobreviviente que ha logrado ver a los seres extraterrestres, lo que lo ha llevado a poseer un delirio místico de salvación de la humanidad a través de la muerte por medio de estos seres a los que confunde con ángeles.
Es en este contexto de desolación y muerte en donde los guionistas Alex y David Pastor hacen foco para elaborar una historia poco entretenida y cargada de personajes intrascendentes y anodinos, que, así como aparecen se desvanecen sin dejar ningún tipo de aporte a la trama. Es el caso de Rafa, personaje interpretado por el siempre sobrio Patrick Criado, quien en su primera aparición pinta como interesante pero que termina su participación a los pocos minutos de la manera más obvia.
¿Ángeles o extraterrestres?
Quizá lo más interesante del filme sea esa idea de locura mística, de fanatismo religioso que lleva a cuestas el personaje de Sebastián y esa dualidad que genera sobre si realmente son seres espirituales y luminosos o una raza extraterrestre siniestra que lo único que busca es exterminar a la humanidad.
Sebastián es una especie de mesías que busca la iluminación del ser humano a través de la muerte, algo similar a lo que hacía Pinhead en el filme Hellraiser, quien a través del dolor y la muerte buscaba darles a las personas una forma de iluminación hacia un estado superior de conciencia espiritual.

Aquí sucede algo similar, con la única diferencia que nunca sabremos a ciencia cierta si son deidades benéficas o oscuras criaturas que solo buscan el final de la especie humana. Esto da pie a un planteo filosófico y místico sobre la verdadera trascendencia del alma y si realmente existe algo mejor después de la muerte, y viene a confirmar esa premisa expresada en la biblia que dice que “quien ve a Dios muere”.
Conclusión
Con una estructura que retrocede en el tiempo para justificar algunas cuestiones del presente, Bird Box Barcelona no está a la altura de la original, y si pensamos que la película interpretada por Sandra Bullock no fue una maravilla, estamos ante una secuela muy menor.
Los hermanos Pastor demuestran que son muy buenos en las cuestiones realizativas, pero no así en la redacción del guion, el cual como ya mencioné, tiene demasiados problemas argumentales y de personajes y nunca logra emocionar e interesar, y se queda en la simple anécdota y especialmente en los estéticos efectos especiales.
La sorpresa que pretende guardarse el guion respecto a la verdadera naturaleza de su hija Sofía, termina siendo un plot point intrascendente al ser descubierto en los primeros minutos, lo que da por tierra el efecto pretendido.

Bird Box Barcelona es un filme innecesario, que no mejora a la mediocre película original y que lo único que pretende es justificar la capacidad de producción por parte de Netflix, quien, en el último tiempo con tal de llenar la grilla junta productos destinados al fracaso.
Disponible: Netflix
Calificación: Regular