“Sin Aire” cambia su fecha de estreno
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El tiempo es el enemigo principal de “Sin Aire”, thriller que transcurre bajo el mar. Es una experiencia llena de adrenalina, en la que los límites del cuerpo y la mente humana son llevados al límite. Llegará a las salas de cine este 2 de noviembre.
Por Redacción Revista Sincericidio
La película comienza cuando las hermanas Drew y May llegan a una imponente playa remota con sus equipos. Son buceadoras experimentadas y aventureras que se maravillan con este mundo submarino. Las acompañamos en sus preparativos y luego cuando se sumergen en aguas cristalinas. Es que parece ser un día perfecto para bucear. Vista despejada, clima estable y un lugar increíble y solitario.
Los problemas comienzan cuando, durante su inmersión, May es golpeada abruptamente por una roca, dejándola sacudida pero afortunadamente con solo un pequeño rasguño.
El alivio de las hermanas dura poco: la roca surgió de un deslizamiento de tierra sobre el agua. De repente, innumerables rocas caen en cascada hacia el océano. May es golpeada por el desprendimiento de rocas y cae a las profundidades. Tumbada a 28 metros de profundidad, está atrapada entre los escombros y no puede moverse.
Con niveles peligrosamente bajos de oxígeno y temperaturas frías, le corresponde a Drew luchar por la vida de su hermana. Se produce una carrera frenética por la supervivencia mientras Drew lucha desesperadamente para encontrar ayuda en un paisaje aislado, mientras May está atrapada en el fondo del océano, enfrentando su propia batalla psicológica mientras se enfrenta a la devastadora realidad. Drew utiliza todo su ingenio, ingenio y fortaleza para intentar evitar que su hermana muera inminente. Drew debe poner su propia vida en peligro y arriesgarse a pagar el máximo sacrificio. El tiempo se acaba.
La película es adrenalínica, envolvente y visualmente sorprendente. Un impecable ejercicio de género que nos lleva a acompañar a las protagonistas bajo el agua, contra el tiempo, a medida que el oxígeno se acaba. “Sin aire” es una experiencia intensa y agobiante.
“Filmar una película bajo el agua es realmente especial y necesitas mucha experiencia para hacerlo”, confiesa el director Maximilian Erlenwein. “Cuando me propusieron el proyecto, dije que no, pero luego leí el guion y trataba sobre el buceo, y yo también fui un buceador apasionado durante muchos años. Pensé: esta es una gran oportunidad”.
