The Wicker Man: El verdadero terror diurno
3 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Hoy les traigo otra de retro reviews, y por eso, voy a comentarles una película que nunca había visto hasta hace poco, pero que venía escuchando bastante seguido desde el estreno de Midsommar. Así que, sin más preámbulos, comencemos con el análisis de The Wicker Man.
Por Jorge Marchisio
La trama nos sitúa en una pequeña isla inglesa apartada del resto del país, en la época de los 70, donde un policía llega al lugar para investigar la desaparición de una niña. Para su asombro, en el pequeño lugar no solo se encuentra con que nadie conoce a la chica, sino que todos profesan una religión pagana que va en contra de sus fuertes creencias católicas.
The Wicker Man siempre sale primera en las listas cuando se nombran films sobre sectas, y una vez vista la cinta, entendí por qué. El film en sus escasos noventa minutos de metraje, se las ingenia para mostrarnos una comunidad hermética que no solo se mueve como una colmena, teniendo un solo fin en cada uno de sus actos; sino que también nos presenta a su líder, y todo sin la necesidad de que nadie dé una explicación como si el espectador fuera lento; sino utilizando de forma inteligente los diálogos y situaciones para lograr dicho propósito.
Hay un recuro bastante usado en el cine, donde se utiliza al protagonista como elemento externo a una situación, para que logremos empatizar de inmediato con él y al mismo tiempo, presentarnos el mundo donde va a transcurrir la historia; y eso no siempre sale bien. En The Wicker Man esto sí funciona, ya que el policía llega sin saber nada de la gente que vive en el pequeño islote, siendo solo el idioma lo único que comparte con los extraños lugareños.
La película además tiene el acierto, de que la trama se nos va develando de a poco. Si bien los isleños se comportan de forma extraña desde el minuto uno, la forma en la que van mostrando sus creencias al protagonista y cómo al mismo tiempo dejan ver que sus costumbres son las más normales del mundo, los hace aún más perturbadores.
Pero llega el momento de hablar de lo mejor de The Wicker Man, y es Christopher Lee. El ya mítico actor interpreta al líder del culto pagano y, por ende, dueño total del lugar. Su impronta física, tan gentleman, dota al personaje de un misticismo que el propio Lee lleva al máximo, logrando una excentricidad que, en manos de cualquier otro actor, hubiera dado una performance casi caricaturesca, quedando ridículo con el contexto opresivo de la película.
Como dije al inicio, The Wicker Man siempre sale a flote cuando se habla de películas sobre sectas; y la verdad es que se ganó ese lugar con todos los méritos posibles. Que la edad de la misma no los tire para atrás, se van a encontrar con una joya oculta.
Calificación: Muy buena