Thanksgiving: Todos tenemos un poco de miedo
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericicio. Eli Roth vuelve con fuerza (y con humor) y recuerda que el terror es además un arma de crítica a una sociedad bastante rota. Obviamente cada uno considera en qué grado y hasta qué punto esto que afirmo es así, pero que la pregunta se implante en la mente del espectador ya es más que suficiente.
Por Gastón Dufour
De este modo el director de Knock Knock y Hostel pone el foco en un grupo que basa su estructura de funcionamiento en la alienación compulsiva. Todo esto partiendo de cada célula integrante del total de quienes constituyen los elementos vivos de las historias que desembocan en el quiebre .
La forma primitiva de Thanksgiving surge como un tributo al cine Exploitation, un segmento inspirado en la creación de Quentin Tarantino y Robert Rodriguez para Grindhouse. El primer paso ya se había dado.
De este modo Eli Roth, uno de los directores participantes de aquella exitosa reunión, ha optado por rescatar los fundamentos de su cortometraje para la película que se estrena hoy. De alguna manera, busca afirmar su posición como un auténtico creador dentro del panorama del cine de género.
Todo arranca de manera más o menos “normal” hasta que el quiebre esperado y necesario tiene lugar. En el marco de la festividad tradicional que le da nombre al film, la apertura de una gran tienda convoca a descontrolados clientes deseosos de adquirir #loquesea a buen precio.
Como me gusta decir, “De pronto, la hecatombe”. El disparador es, como se ve venir en los minutos iniciales, el caos. Y luego sigue cierta premisa común tan cara al subgénero en cuestión, pero con las pastillitas propias del realizador. Cada uno de los protagonistas (Patrick Dempsey, Nell Verlaque, Rick Hoffman, Ty Olsson, Addison Rae, Milo Manheim y Jenna Warren) se ven enfrentados al miedo y la amenaza que se cierne sobre sus cabezas.

El contexto y la atmósfera ideal están construidas de manera acorde por elementos diversos, y dos de ellos, que son el soporte de la película, son Brandon Roberts en la colaboración musical, y Milan Chadima en el trabajo con la fotografía.
Larga vida a los slashers
Los últimos años hemos asistido a nuevas entregas a slashers que trajeron algún tipo de aire fresco. En ese orden de cosas, Roth vuelve a las bases en esta historia desarrollada junto a Jeff Rendell, y se despacha con una película que bien puedo definir como casi perfecta. Si pongo el “casi” es por algo de hiper exigente, y porque es muy difícil para el ojo especialista acostumbrado a analizar (y adelantarse) a vueltas de tuerca, sorprenderse.
Miedo y asco para una nueva generación
Los nuevos capítulos de construcción del miedo en clave audiovisual procuran refrescar sus formas, aggiornarse con cierta comodidad sin perder su esencia. Las generaciones toman el relevo y señalan el camino para lo que vendrá en el futuro en concepto de nuevas espantosas amenazas. Ya vimos esto en las nuevas Scream y en, por ejemplo, Feliz día de tu muerte. Dos películas que bien podrían haber dado paso a una tercera entrega y que, si no han visto, les recomiendo con fervor.

Para cerrar, hablando de sugerencias, el motivo del espacio que ocupo: no pueden perderse de ningún modo Thanksgiving. En un risueño juego de palabras, de verdad que les dará algo que agradecer.