Ghost Project: Terror argentino al ataque
2 minutos de lectura
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Imaginá si mezclás 13 Ghost (2001, Steve Beck) con Pulse (2006, Jim Sonzero). El resultado sería Ghost Project, una producción argentina con actores hablando en ingles. La idea es claramente venderla al exterior y por eso se nota que se trata de una película construida en base a otras. La ironía es que en vez de jugarle en contra termina generando el efecto contrario, ya que se trata de una producción cuidada en casi todos los aspectos en donde se nota que los realizadores querían hacer las cosas bien.
Por Santiago González
La historia es simple y nos recuerda a esas películas que salían a principios del siglo. Tres programadores encuentran un viejo artefacto que sirve para ver fantasmas. Con el paso del tiempo las cosas se les irá de las manos y los espectros se harán más visibles y peligrosos.
Esta producción de terror es la primera del director Federico Finkielstein, quien tiene una larga carrera en otros géneros como la comedia. Y si bien podría decirse que lo que más le juega en contra a Ghost Project es su poca originalidad, no se puede negar que el director demuestra su profesionalidad y sobre todo su entendimiento del género para conseguir que la narración sea fluida y no se sienta pesada.
Los sustos funcionan y el clima aterrador donde predomina la oscuridad está presente. Pero además de eso, la duración de unos escasos 77 minutos termina siendo una decisión muy noble e inteligente porque demuestra qué contar, cómo contarlo y cuánto debe durar toda la acción.
Si algo tiene a favor a Ghost Project es todo su aspecto técnico y su diseño. Desde aquella fábrica abandonada donde van a parar los protagonistas, pasando por ese camino con un fondo montañoso donde para uno de ellos, hasta la construcción de aquel aparato para ver fantasmas.

En definitiva, se trata de una producción en donde predominó la inteligencia a la hora de distribuir todos los elementos que componen la puesta en escena. Se podría criticar que en las actuaciones en inglés se denotan ciertas dudas por parte de los actores, pero es una película en donde todo el diseño termina aplacándolo. Ghost Project resulta ser una producción valiosa y jugada para el cine nacional.