La Maldición del Queen Mary: El crucero del terror
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. “La Maldición del Queen Mary” no logra deslumbrar a pesar de su intento de explotar la leyenda del emblemático transatlántico. Dirigida por Gary Shore y protagonizada por Alice Eve, Angus Wright y Joel Fry, la película ofrece una perspectiva sobrenatural que, desafortunadamente, no cumple con las expectativas.
Por Gastón Dufour
La trama, que prometía revelar los oscuros secretos del Queen Mary, se desenvuelve de manera predecible (a veces confusa) y carece de la intensidad que se espera de una película de género. Aunque los protagonistas realizan esfuerzos notables, la historia no logra mantener el interés a medida que avanza.
Shore, a pesar de sus habilidades, no aprovecha al máximo la majestuosidad del contexto. La dirección carece de la atmósfera inquietante que se esperaría en un thriller de terror, y la película no logra crear una experiencia visualmente impactante. Se observa que la intención del director, en base al guión, no supera las convenciones establecidas y, lamentablemente, se queda corta en la ejecución.
A pesar del elenco y sus intenciones, los personajes se pierden en la intención de alcanzar la profundidad necesaria para involucrar a la audiencia. La evolución de los protagonistas se siente pobre, y las interacciones entre ellos carecen de autenticidad, contribuyendo a la desconexión emocional.
El guión, a cargo del director junto a Stephen Oliver y Tom Vaughn se desliza hacia la previsibilidad y no logra ofrecer giros convincentes. La idea se torna monótona, y las revelaciones carecen del impacto necesario para mantener el suspenso, lo que resulta en un desenlace que deja mucho que desear. La película, al intentar imitar el estilo de otras obras maestras del género, como “El Resplandor”, no logra capturar la esencia única que hizo que esas películas fueran inolvidables.

Aunque se intenta generar elementos de terror, los diversos pasajes se pierden en el camino de generar una atmósfera verdaderamente inquietante. Los momentos de suspenso caen en convenciones predecibles, y así no aprovecha plenamente la rica historia en la que se basa para generar miedo genuino.
La música de Tiffany Ashton, aunque competente, no alcanza para elevar la historia ni generar la tensión necesaria. Cumple su función, pero no destaca ni agrega capas emocionales significativas a la experiencia cinematográfica.
Aunque se hace un intento de sumergirse en la leyenda la acción no captura la esencia misteriosa y embrujada esperable. La conexión con la historia real resulta superficial y no aporta la autenticidad que se esperaría.
La película sufre de profunda inverosimilitud en momentos clave, incluso dentro del marco de una película de horror fantástico. Algunas situaciones y decisiones de los personajes resultan difíciles de aceptar, incluso suspendiendo la incredulidad requerida para el género. Esto afecta la inmersión del espectador y debilita la coherencia interna de la narrativa.

Conclusión
“La Maldición del Queen Mary” se queda corta en cumplir sus promesas de un thriller de terror sobrenatural. A pesar de un elenco talentoso, la falta de desarrollo en la trama, la dirección sin chispa y la incapacidad para aprovechar la rica historia del Queen Mary, hacen que la película sea una experiencia decepcionante para aquellos que buscan una inmersión genuina en lo paranormal. El intento de imitar obras maestras solo resalta aún más las carencias de la película, demostrando que la grandeza del cine de terror va más allá de seguir fórmulas establecidas. La inverosimilitud en momentos clave agrega una capa adicional de desconcierto, debilitando aún más la impactante potencialidad de la trama.