Megamente contra el sindicato de la perdición: ¿Tanto esperar para esto?

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Si hay una película en la historia de la animación que en su momento fue vapuleada por la crítica, ignorada por la gente, pero que con el paso del tiempo se fue ganando el mote de culto, es Megamente. Muchos años esperamos su secuela, y hace un par de semanas nos llegó vía Peacock. Acompáñenme a ver una de las mayores decepciones del planeta.

Por Jorge Marchisio

La historia se sitúa pocos días después de los eventos de la primera entrega. Con Megamente aceptando su rol de héroe; mientras unos villanos disfrazados de peces quieren empezar a hacer desmadre. Pero eso no es lo peor; lo peor es cuando el viejo equipo del azulino, aparecen reclamando la presencia de su ex colega.

Megamente contra el sindicato de la perdición tiene una declaración de intenciones involuntaria al inicio de la misma. Ya que se nos hace un resumen de la película original, con escenas extraídas de la misma; para que al poco tiempo ya nos adentremos en esta nueva historia. Y ahí empiezan a sonar las alarmas, porque lo primero que vemos es que la animación no tiene nada que envidiarle a lo visto en las cintas animadas de Barbie que salían directo para televisión.

Y eso no es lo peor, porque “el baratismo” que presenta Megamente contra el sindicato de la perdición sigue cuando escuchamos las voces (la vi en su idioma original) y noto que no solo no volvió el elenco original. Sino que sus reemplazos, son unos malos imitadores de lo mismo. Haciendo que nos den ganas de cambiar el idioma para tratar de no reventarnos los oídios en la escasa hora y media que dura esta tortura.

Pero no solo la animación y las voces son horribles; sino que la historia no tiene sentido. Y esto es extraño, ya que vemos constantes contradicciones con cosas que se supone que, en este universo, sucedieron hace unos días. Mas extraño aun es cuando vemos que los guionistas de ambas producciones son los mismos. Parece que ellos también se olvidaron lo que escribieron hace años. Y mejor no hablemos del personaje de “niña recalcitrante” que pusieron, para tratar de conectar con el público más joven.

Lo más triste de todo, es que esto sigue siendo una producción de Dreamworks. Esta empresa que nos dio algunas de las mejores secuelas animadas de la historia. Como son las segundas partes de El Gato Con Botas, Shreck o Kung Fu Panda.

Megamente contra el sindicato de la perdición se establece entonces como una de las peores películas que vamos viendo en este año que recién va por su primer trimestre. Y por desgracia, en una firme candidata a estar en los tops de lo peor del 2024. Este personaje no se merecía eso.

3/10