Incendies: En búsqueda de una identidad dolorosa

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Si había una película que tenía en mi debe era Incendies (2010) del director canadiense Denis Villeneuve. Gracias a la comodidad del streaming pude disfrutar de esta maravillosa y desgarradora película la cual voy a pasar a reseñar.

Por César Arturo Humberto Heil

Incendies es una película tan dolorosa como poderosa. Desde sus primeros minutos podemos inferir la crueldad de lo que veremos posteriormente. Al ritmo lento del tema You and whose army de la banda Radiohead, observamos como unos niños son rapados por unos adultos. Hacia el final de toda esa escena, una cámara se acerca en un lento traveling al rostro de uno de los niños al que están terminando de rasurar, para entregarnos en un armonioso primer plano una brutal y desafiante mirada, revelando así la personalidad de ese personaje, lo que será central para la trama y marcará el tono oscuro del filme.

La historia en Incendies

La historia de Incendies, magistralmente contada en distintas líneas temporales, nos muestra la determinación y fuerza de Nawal Marwan (Lubna Azabal), mujer libanesa con un tortuoso pasado, el cual será develado a cuentagotas a partir de su fallecimiento y posterior lectura de su testamento. A sus dos hijos mellizos Jeanne Marwan (Mélissa Désormeaux-Poulin) y Simon Marwan (Maxim Gaudette) se les requiere mediante el notario Jean Lebel (Rémy Girard) que cumplan con tareas que ella no pudo llevar a cabo por su enfermedad. Así, les encomienda que entreguen dos cartas. Una dirigida a un padre y la otra para un hermano.

Al conocer que su padre no está muerto como les contó su madre y que, además, tienen un hermano, la identidad de los mellizos se va a poner en jaque y pondrá a prueba hasta donde están dispuestos a llegar para cumplir con la última voluntad de su madre. Ante un Simón más escéptico y temeroso será Jeanne quien tome la iniciativa. Emprenderá un viaje hacia los confines de medio oriente en busca de su padre y su hermano.

Alternando el presente de Jeanne y de Simón con el pasado de su madre Nawal, Denise Villeneuve construye de forma magistral un poderoso relato. Este nos llevará por un intrincado camino de tiempos que se retuercen y se juntan para después separarse y volverse a juntar. El pasado funcionará como interconexión entre ambas líneas temporales y nos trasladará a finales de la década del 70 en plena guerra civil libanesa. En donde las comunidades cristianas y musulmanas se disputaban el poder de los territorios a sangre y fuego.

En ese contexto histórico de extrema violencia la figura de Nawal, una joven revolucionaria cristiana, se establece como una metáfora de la propia historia de un país consumido por las llamas de la intolerancia religiosa.

Los secretos que esconde Nawal y que vamos descubriendo en pequeñas dosis, sirven para entender la terrible situación de esos años y para reconstruir el entramado de una familia, especialmente de los hijos, que hasta su muerte era completamente ajena a todo ese horror.

Guion de Incendies

El guion de Incendies, esta escrito con maestría por Wajdi Mouawad, autor de la obra teatral en la que se basa el filme. El cual cuenta con la colaboración de Valérie Beaugrand-Champagne y el director Denis Villeneuve, y se mueve en varias capas de diferentes subtramas. Las cuales al principio pueden desorientar pero que luego se van sumando de manera magnífica a la trama principal que es la de la búsqueda del padre y el hermano.

Lo sentimental de los hijos y lo íntimo de ese pasado desconocido de Nawal están perfectamente amalgamados por un montaje inquieto. El cual nunca descansa y que siempre aporta algún dato nuevo y revelador.

La crudeza de las escenas de violencia se contrapone a la emoción más mesurada de Jeanne, quien solo quiere cumplir con el último deseo de su madre, a pesar de que esto implique descubrir una dolorosa verdad difícil de aceptar. Hacia el final, Simón se unirá a su hermana en la travesía y será él quien termine de reconstruir el pasado de su progenitora.

Como ejemplo de la desquiciada violencia que imperaba en aquellas tierras durante esos años oscuros está la secuencia de la masacre del autobús, la cual impacta por la crudeza con la que está filmada y determina un punto de giro fundamental del personaje de Mawan, quien reaccionará mediante la venganza, hecho que la llevará ser conocida como la mujer que canta.

La crucial revelación del final obliga a no revelar los detalles de una trama que se asemeja a cualquier tragedia griega. Serán los hijos quienes deberán romper el tenso hilo de la ira acumulada por su madre, pero que a pesar de cargar con esa mochila de espinas tiene la suficiente fortaleza para perdonar. Así, la figura de Mawan se alza cual mito dentro de una genealogía de violencia religiosa y se transforma en un modelo de mujer que ha luchado y sufrido en una sociedad sumida por el odio.

Conclusión

La purificación de las raíces de Jeanne y Simón sembradas al instante de su concepción tendrán su momento cúlmine en una piscina, la cual actuará como símbolo del profundo abismo que hay entre ellos y el pasado de su madre. Esta simbología oficiará a la vez como un regreso al líquido amniótico del útero materno. El círculo terminará de cerrarse cuando ambos entreguen las cartas y las cosas se pongan en su lugar.

Como un recordatorio de una historia trágica que les cambiará la vida para siempre a los personajes centrales, Incendies es sin duda una película para aplaudir de pie. Villeneuve logra su mejor obra y demuestra que es uno de los directores actuales más personales y creativos. Sin dudas, una obra maestra.

Calificación: Excelente

Disponible: Streaming