Oddity: Más es menos

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Después de su ingeniosa y extraña Caveat (2020) el realizador irlandés Damian Mc Carthy regresa con Oddity (2024) un nuevo filme de terror en donde retoma algunas ideas planteadas en su primer largometraje, pero con la diferencia que aquí la trama se centra en un caso policial con toques sobrenaturales.

Por César Arturo Humberto Heil

En Oddity Dani (Carolyn Bracken) es brutalmente asesinada en su casa por Olin (Tadhg Murphy) un paciente psiquiátrico de su esposo Ted (Gwilym Lee). Cuando Olin aparece muerto en su cuarto del hospital a manos de otro paciente, la historia da un giro hacia Darcy (Carolyn Bracken) la hermana gemela de Dani, una médium espiritual ciega que intentará con sus habilidades psíquicas descubrir la verdad detrás del asesinato de su hermana y cobrar venganza.

Con esta idea inicial Mac Carthy construye un filme irregular, en donde su mayor acierto está en los climas opresivos que genera a partir de un muy buen uso de los espacios. Al igual que en Caveat, el hogar se transforma en un terreno ominoso y siniestro al albergar el espectro de Dani, quien tiene una conexión con Darcy. Desde el más allá la hermana fallecida intentará, además de asustar a Yana (Caroline Mentón) la nueva novia de su esposo, colaborar con la verdad sobre su asesinato.

El principal problema de Oddity es que su trama se empieza a enredar demasiado al intentar incorporar elementos del thriller policial con otros sobrenaturales. Eso es algo que en principio podría parecer una buena idea, pero que aquí no termina de funcionar.

Por otro lado, la previsibilidad sobre quién está detrás del asesinato de Dani, es otro de los puntos flacos. A los pocos minutos uno ya sabe todo, incluso no solo quien asesinó a Dani, sino quien es el responsable de la muerte de Olin, y todo sin la ayuda de ningún poder psíquico.

La inclusión del muñeco de madera que aparece en el póster y en el tráiler, resulta a mi entender una inserción forzada. Su origen no está demasiado claro y solo sabemos que es una especie de canal con el que Darcy se conecta con el otro mundo. También podemos conocer que forma parte de la herencia que les dejó su madre, dueña original de un negocio de objetos extraños y malditos. Lo mismo sucede con el llamador de un botones fallecido, objeto que tendrá su inclusión en el final y que se percibe como algo agregado por capricho y sin ninguna justificación que lo avale.

En cuanto a la institución psiquiátrica en la que Ted es médico, la imagen que Mac Carthy ha creado en el guion es completamente anacrónica. Se asemeja más a aquellas viejas instituciones mentales de finales del siglo 19 o principios del 20 y no a una institución psiquiátrica de la actualidad. Esto que parece una nimiedad no lo es tanto, ya que cae en un lugar común al colocar a todos los personajes en el típico estereotipo. Los locos son extremadamente “chiflados” y los cuerdos son muy malvados y violentos con ellos. Otro punto en contra. 

Pero ¿Cuáles son los puntos a favor?

Como aspectos positivos, puedo decir que está la muy buena construcción del suspenso y los sustos. Es en eso que Oddity se destaca y Mac Carthy sabe cómo generarlos. Los espacios cerrados parecen darle cierta comodidad al director. Así, la moderna y minimalista casa de Dani y Ted se convierte en un lugar siniestro y escalofriante. En este sentido, ayuda mucho la excelente fotografía de Colm Hogan, quien hace de los rincones oscuros un verdadero portal a lo desconocido.

Merece también ser destacada la doble actuación de Carolyn Bracken, quien compone a las dos hermanas de una manera correcta. Bracken separa las mínimas diferencias entre ambas y haciendo que uno vea dos personajes y no uno.

Conclusión

Oddity es un filme que a muchos quizá les guste. Esto es por las buenas dosis de sustos, sangre y suspenso que tiene. Claro que, si observamos el todo y no nos quedamos solamente con esos destellos de buenos momentos de terror, descubriremos las flaquezas e incongruencias que tiene el guion.

Su principal falla está en la acumulación de ideas diversas que nunca terminan de amalgamarse. Su previsibilidad en la resolución del misterio y algunos trazos gruesos en el guion como es el estereotipo del hospital psiquiátrico.

A veces, hay que pensar que menos es más y que más es menos. Y ese es el principal pecado de Oddity, un filme que sin tantas aristas de trama podría haber funcionado mucho mejor.

Calificación: Regular

Disponible: Internet