Carnada: Clichés que no muerden
4 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Carnada (Something in the Water), película británica de suspenso y supervivencia del 2024 dirigida por Hayley Easton Street, siendo esta su ópera prima y escrita por Cat Clarke. Con fotografía de Niels Reedtz Johansen, música de Nainita Desai y Harry Peat, la edición de Pani Scott. Fue filmada en la República Dominicana.
Protagonizada por Hiftu Quasem (Meg), Natalie Mitson (Kayla), Nicole Rietsu Setsuko (Cam), Lauren Lyle (Lizzie), Ellouise Shaksespeare-Hart (Ruth), Gabriel Prevost-Takahashi (Dominic).
Sinopsis
La trama gira en torno a cinco amigas, dos de ellas con una historia romántica pasada. Antes de la boda de una de las otras tres, el grupo decide pasar un tiempo en una isla remota sin acceso a la civilización. Las cosas salen mal cuando, al borde del agua, una de las chicas es atacada por un tiburón. La herida provoca que el grupo intente regresar por ayuda, pero su situación empeora cuando el barco sufre daños y quedan a la deriva en el océano, con el tiburón acechando mientras la sangre de su amiga se mezcla con el agua.
Carnada se presenta como una película cargada de clichés, donde las inconsistencias del guion impactan negativamente en la experiencia. Desde el principio, la trama parece apresurada y falta de coherencia, dejando al espectador con la expectativa de una criatura marina imponente que jamás se manifiesta de manera efectiva. A pesar de que intenta desarrollar una historia de tensión y amistad, estos elementos están mal ejecutados.
Guionista buscando Carnada
Aquí es donde la narrativa empieza a tambalearse de manera considerable. Las decisiones de los personajes para sobrevivir parecen forzadas y poco realistas, generando frustración en el espectador. Las soluciones alternativas que podrían haber tomado se descartan en favor de giros argumentales que benefician de manera forzada a la trama. El guion falla en transmitir una sensación genuina de peligro o urgencia, y llega a un punto en que uno podría esperar que un rayo las matara en medio del océano, dado lo ilógico de los eventos.
La desconexión emocional con la película es notable, especialmente para aquellos que esperaban ver una producción centrada en tiburones y escenas sangrientas. Lo que se promocionaba como una experiencia emocionante termina siendo un par de minutos en pantalla con un tiburón, en escenas rápidas y cortes abruptos. Quienes esperaban algo similar a Tiburón (Jaws) saldrán decepcionados ante la ejecución de esta entrega.
Sin embargo, no todo es completamente negativo. Las escenas acuáticas y los momentos en que el tiburón se lanza sobre sus víctimas son lo que logran mantener algo de credibilidad en la película. Sin estos breves momentos, el filme habría caído en la categoría de una parodia mal hecha del cine de suspenso.
Relación de tamaño
Los efectos especiales también dejan mucho que desear. Las mordidas del tiburón y las escenas sangrientas carecen de realismo, con inconsistencias en el tamaño de la criatura. En unas escenas, parece un tiburón de gran tamaño, mientras que en otras se percibe mucho más pequeño, y las mordidas resultan tan pequeñas que parecen hechas por un humano. En ningún momento se transmite el temor que debería inspirar un depredador marino de esa magnitud. De hecho, la mayor preocupación del espectador parece ser si se ahogarán o se hundirán, más que el peligro bajo el agua.
El desarrollo de los acontecimientos mientras las protagonistas están a la deriva tampoco ayuda a creer en su supervivencia o que sufran algún daño grave. A pesar de que la fotografía del océano y una tormenta cercana son visualmente impresionantes y logran evocar una sensación de temor ante la inmensidad del agua, el resto de la película no logra mantener ese nivel de tensión. Este aspecto visual es, sin duda, lo más destacable de la cinta.
En busca de casting
Las actuaciones tampoco aportan mucho a la película. Las actrices no logran establecer una conexión sólida entre ellas, y la falta de química hace que sus interacciones se sientan forzadas. En lugar de transmitir el terror que deberían sentir ante las circunstancias, sus reacciones resultan irritantes y poco creíbles, lo que dificulta que el espectador se involucre emocionalmente con su destino.
Conclusión
Carnada aspira a ser un thriller de suspenso, pero se queda muy lejos de lograrlo. El tiburón, que debería ser un antagonista principal, no logra generar el miedo necesario para sentir la amenaza de estar atrapados en el océano. Puede que algunos espectadores disfruten la película, pero para aquellos que buscan una experiencia auténtica de terror acuático, esta cinta probablemente no cumplirá con sus expectativas.
Calificación: Regular
Disponible: En cines