Chainsaws Were Singing: Un slasher musical que desafía toda lógica
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. En la edición número 25 del Festival Buenos Aires Rojo Sangre (BARS), pocos títulos despiertan tanta intriga como Chainsaws Were Singing, la extravagante película del cineasta estonio Sander Maran. Con una mezcla de géneros que incluye el slasher y el musical, este film se posiciona como una experiencia única, difícil de encasillar. Como si La La Land hubiera tomado un desvío sangriento hacia el universo de La Masacre de Texas. El director entrega una obra que rompe todas las convenciones y se anima a explorar los rincones más absurdos del cine de género.
Por Gastón Dufour
La película, que llega 11 años después de haberse gestado como un proyecto independiente al estilo guerrilla, es un testamento al ingenio y la perseverancia de Maran. No solo dirigió y escribió el guion, sino que también asumió múltiples roles detrás de cámaras: operador de cámara, editor, compositor y creador de efectos visuales. Este nivel de amplitud de roles se traduce en una obra que, a pesar de sus limitaciones presupuestarias, exuda personalidad y pasión en cada escena.
La historia, aunque secundaria frente a su desbordante estilo, sigue un avance caótico y autorreferencial que abraza el absurdo con orgullo. Entre coreografías desquiciadas y motosierras que cantan (literalmente). Chainsaws Were Singing convierte cada minuto en una suerte de espectáculo bizarro que juega con las expectativas del público. No se trata solo de un ejercicio de humor negro; el film utiliza sus elementos musicales para subvertir los códigos del slasher tradicional, creando algo que se siente fresco y totalmente impredecible.
El humor de Maran es difícil de definir. Oscila entre lo grotesco y lo absurdo, pero siempre con una intención clara: descolocar al espectador. Las canciones llevan el cuento a nuevos niveles de surrealismo. Aunque no es una propuesta que agradará a todos, quienes disfrutan del cine que rompe reglas encontrarán en esta película un festín de creatividad desenfrenada.
A través de un delirio musical que no deja a nadie indiferente, Sander Maran demuestra que incluso los géneros más improbables pueden fusionarse para crear algo único. Un título imperdible en el BARS para quienes se animan a la aventura.
Proyección: Sábado 30 29 20:00 hs. Sala 6 – Multiplex Belgrano (Vuelta de Obligado 2238, CABA)
