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El Eternauta: Con el espíritu del cómic y la técnica de Hollywood

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El Eternauta

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Por fin se estrenó El Eternauta (2025), la esperada serie basada en la novela gráfica escrita por Héctor Germán Oesterheld e ilustrada por Francisco Solano López. Tuvieron que pasar muchos años y quedar varios proyectos en el camino —como el que iba a dirigir Adolfo Aristarain a finales de los años 90 o el de Lucrecia Martel en 2008— para que finalmente se concretara una de las obras audiovisuales más ambiciosas de la historia de Argentina.

Por César Arturo Humberto Heil

Producida por K&S Films y la plataforma de streaming Netflix, esta primera temporada cuenta con 6 episodios de entre 40 minutos y una hora de duración, y presenta un elenco encabezado por Ricardo Darín y Carla Peterson.

Nieva en Buenos Aires. Del cómic a la pantalla

La adaptación estuvo a cargo del director Bruno Stagnaro junto a un equipo de guionistas que optó por trasladar la historia a la actualidad, en lugar de mantenerla en los años 50, época en la que comenzó a escribirse la obra original (1957-1959). La decisión resulta acertada, ya que el contexto histórico y las motivaciones del personaje principal, Juan Salvo, han cambiado significativamente desde entonces.

En esta versión, Salvo (interpretado por Ricardo Darín) debe encontrar a su hija desaparecida, lo que lo coloca en una situación mucho más humana y menos arquetípica que en el cómic.

Ambientar la acción en el presente también permite una lectura metafórica sobre las últimas décadas de la historia argentina: una nación atravesada por tragedias, crisis económicas, luchas políticas e incluso una guerra. En ese sentido, la actualización del guion amplía el alcance de la historia y evita quedar limitada a un producto de nicho para fanáticos del cómic, logrando algo más universal y, al mismo tiempo, profundamente argentino.

Algunos cambios menores también se incorporaron, como la edad de la hija de Salvo —que pasa de ser una niña pequeña a una adolescente—, así como la inclusión de personajes nuevos que enriquecen la trama.

Otro aspecto destacable es la permanencia de la idea del “héroe colectivo”, presente a lo largo de todos los episodios. El hecho de que Juan Salvo sea, en esta versión, un veterano de Malvinas agrega una capa heroica y épica desde una perspectiva distinta a la del original.

El Eternauta

Narrar con la música

Para quienes crecimos en décadas pasadas, escuchar a Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll, Manal, Pescado Rabioso y El Reloj, entre otros, dentro de la banda sonora, es un verdadero placer. Pero su inclusión no responde únicamente a un guiño nostálgico: la música funciona como recurso extradiegético para profundizar en las emociones y contextos de cada episodio.

Tampoco es casual evocar la década del 70, uno de los períodos más turbulentos de la historia argentina. Esa fue la época en la que desaparecieron las hijas de Oesterheld a manos de la dictadura militar, al igual que el propio autor. La música, entonces, no solo ambienta, sino que resignifica.

Influencias visibles

Es evidente que Bruno Stagnaro es un hombre formado en el cine. Su padre, Juan Bautista Stagnaro, también se dedicó al séptimo arte, y Bruno se crio viendo películas. Esa impronta cinematográfica se refleja en la serie a través de diversos homenajes.

El más claro es Invasión (1969), del director argentino Hugo Santiago, escrita junto a Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Considerada la primera película de ciencia ficción en Argentina, es un clásico indiscutido de nuestro cine.

El Eternauta

Otra referencia clara es La invasión de los usurpadores de cuerpos (1956), de Don Siegel. Mientras que Invasión alcanzó su auge en los años 70, el filme de Siegel pertenece a los 50, dos décadas clave en la construcción simbólica de la serie.

Es inevitable no remitirse al filme La niebla (2007) de Frank Darabont y a la serie The rain (2018-2020), aunque lo más probable es que tanto Stephen King como los creadores de The rain, se hayan inspirado en El Eternauta.

Apartado técnico y artístico al nivel de Hollywood

Sin lugar a duda, los efectos visuales y la ambientación son las grandes estrellas de la serie. No hay un solo momento en que se perciban descuidos técnicos: todo está cuidado hasta el mínimo detalle para lograr una experiencia inmersiva y realista.

El vestuario, la fotografía, el sonido y la dirección de arte tienen una calidad sobresaliente. El equipo de efectos especiales apuesta por escenarios naturales combinados con croma azul y recreaciones digitales en 3D, lo que permite sentir que realmente estamos en una Buenos Aires cubierta por una nevada tóxica y amenazada por un enemigo invisible.

El Eternauta

El diseño de los “Cascarudos” es otro gran acierto. Su creación combina efectos prácticos y digitales de manera impecable. Argentina ha dejado de ser vista como un país “sudaca” en materia audiovisual: El Eternauta demuestra que el nivel técnico nacional está a la altura de las grandes producciones internacionales.

Está claro que gran parte del presupuesto se destinó a los efectos visuales y la ambientación, y eso se nota —para bien.

Actuaciones desparejas y problemas de guion

A pesar de sus muchos aciertos, la serie tiene aspectos mejorables. Uno de ellos son algunas actuaciones que no están a la altura del altísimo nivel técnico del resto de la producción.

La interpretación de Carla Peterson como Elena, la esposa de Juan Salvo, resulta poco convincente: su actuación carece de matices y no logra generar empatía. Algo similar ocurre con ciertos personajes secundarios, aunque su impacto es menor debido a su rol más limitado.

El otro punto débil es el guion, especialmente en los diálogos. En varios momentos, estos suenan forzados, explicativos e inverosímiles, algo que desentona en una serie tan bien producida. Esto podría deberse a un intento de mantener fidelidad al lenguaje del cómic original, que responde a otra época y a otro formato narrativo, en el que el texto explicativo era una herramienta clave.

Ricardo Darín, por su parte, está muy bien como Juan Salvo, aunque no se trata de la mejor actuación de su carrera.

La historia continúa

El final de esta temporada deja en claro que una segunda parte es inevitable. Resumir lo esencial de El Eternauta en solo seis capítulos era una tarea imposible, especialmente cuando la invasión alienígena apenas ha sido esbozada en esta primera entrega.

Según trascendidos, la producción ya estaría en marcha y, si todo avanza según lo previsto, la segunda temporada llegaría en 2027 con ocho episodios que cerrarían definitivamente la historia.

Conclusión

El Eternauta es, sin dudas, una de las mejores series producidas en Argentina. No solo por su ambición técnica y su impecable realización, sino porque se anima a explorar un género poco transitado en nuestra producción audiovisual: la ciencia ficción.

A la vez, El Eternauta recupera elementos esenciales de nuestra identidad como país y como sociedad: la memoria, la resistencia, el dolor colectivo y la posibilidad de esperanza. Con un espíritu de adaptación moderna y una factura que no tiene nada que envidiarles a las grandes producciones internacionales, la serie se convierte en un hito cultural que revaloriza una de las obras más emblemáticas del siglo XX y la proyecta hacia nuevas generaciones.

Disponible: Netflix

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