Los expedientes Warren: El caso Smurl
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Todo indica que en septiembre se estrenará El Conjuro 4, y esta vez el matrimonio Warren volverá a la pantalla para enfrentarse a uno de los casos más intensos y perturbadores de su carrera: El caso Smurl. Este episodio real, envuelto en controversia y fenómenos imposibles de explicar, ocurrió en la pequeña localidad de West Pittston, Pensilvania, y fue documentado años atrás en una película hecha para televisión titulada The Haunted (1991) protagonizada por Jeffrey DeMunn y Sally Kirkland, que todavía puede verse en YouTube. Sin embargo, esta nueva adaptación promete una versión cinematográfica mucho más siniestra y detallada.
Por Daniel López Pacha
Con el objetivo de contextualizar adecuadamente este caso, a continuación expondré sus principales aspectos. Esto permitirá comprender su relevancia en el marco de El Conjuro 4, entrega en la que Ed y Lorraine Warren se enfrentan a una entidad demoníaca de tal magnitud que les impide salvar a la familia involucrada.
La historia se sitúa entre 1974 y 1987, y gira en torno a los sucesos paranormales que afectaron a la familia Smurl durante más de una década. Según los informes, la familia vivió una auténtica pesadilla en su residencia, acosada por entidades que los perseguían día y noche. Ed y Lorraine Warren fueron llamados a investigar el caso, pero a diferencia de otras ocasiones, no lograron dar con una solución definitiva. Lo que encontraron en aquella casa, aseguran, no tenía precedentes.
Una mudanza marcada por la tragedia
Todo comenzó en 1973, cuando Jack y Janet Smurl se mudaron con sus dos hijas, Dawn y Heather, a un dúplex construido en 1882 adquirido por John y Mary Smurl los padres de Jack. La mudanza fue motivada por los estragos del huracán Agnes, que había arrasado su anterior vivienda en Wilkes-Barre. Poco después, la familia creció con la llegada de las gemelas Shannon y Carin. A simple vista, todo parecía ideal: una familia católica, un nuevo hogar, una vida tranquila.
Pero esa calma duró poco. A mediados de 1974, la atmósfera del hogar comenzó a cambiar. Todo empezó con sucesos pequeños, casi imperceptibles: luces que titilaban sin razón, puertas que se abrían solas, electrodomésticos que funcionaban de manera errática. Luego aparecieron los ruidos extraños: golpes, murmullos, gemidos provenientes de habitaciones vacías. El ambiente se volvía cada vez más opresivo, casi irrespirable.
Apariciones, olores y agresiones invisibles
La hija mayor fue la primera en ver figuras flotando sobre su cama. No tardaron en sumarse otros fenómenos: olores pestilentes a carne podrida, susurros sin fuente, y una extraña sensación de ser observados constantemente. Las manifestaciones se intensificaron. El perro de la familia, un pastor alemán, fue atacado en varias ocasiones por una fuerza invisible. Un ventilador de techo cayó sobre una de las gemelas. Janet fue arrojada fuera de su cama por una presencia invisible.
En uno de los episodios más espeluznantes, Janet relató cómo, al terminar un encuentro íntimo con su esposo, fue levantada por una fuerza sobrenatural y lanzada contra la pared. Las entidades no solo parecían querer expulsarlos de la casa, sino que también se volvieron físicamente violentas. En otra ocasión, Jack fue atacado por una figura femenina de aspecto demoníaco. Las agresiones sexuales se volvieron frecuentes y aterradoras.
La intervención de los Warren y el rostro del mal
Desesperados, los Smurl recurrieron a Ed y Lorraine Warren en 1986. La pareja de investigadores espirituales, con una vasta experiencia en casos paranormales, aseguró que en la casa habitaban cuatro presencias: una anciana, una niña hostil, el espíritu de un hombre que había muerto allí… y una cuarta presencia mucho más oscura, una entidad demoníaca que manipulaba a las otras tres.
Para obtener la aprobación de la Iglesia y proceder a un exorcismo, los Warren comenzaron a provocar a la entidad con música religiosa y oraciones. Las reacciones no se hicieron esperar: muebles que volaban, espejos rotos, insultos vociferados en lenguas desconocidas. Aunque lograron una tregua momentánea con agua bendita y oraciones, cada nuevo intento parecía enfurecer aún más a la fuerza que habitaba el lugar.
La lucha espiritual se intensifica
Los Warren, impotentes ante la falta de ayuda eclesiástica, decidieron acudir al padre McKenna, conocido por haber participado en más de cincuenta exorcismos. El sacerdote llevó a cabo un ritual completo, pero los fenómenos no cesaron. Janet fue atacada nuevamente, esta vez con más violencia. La familia, superada por el miedo y la frustración, decidió acudir a los medios. Jack apareció en el programa People Are Talking, y poco después de su regreso a casa, Janet fue estrangulada por una fuerza invisible.
También recurrieron a la médium Mary Alice Rinkman, quien identificó a dos espíritus concretos: Abigail, una anciana amable, y Patrick, un asesino que habría matado a su esposa y a su amante antes de ser ejecutado por una turba. Sin embargo, ni las sesiones espiritistas ni los rezos sirvieron de mucho: las manifestaciones seguían, implacables.
El peso de la duda: ¿posesión o sugestión?
La insistencia de la familia finalmente forzó a la diócesis de Scranton a actuar. Un exorcismo oficial fue llevado a cabo en la casa. Pero solo tres meses después, en diciembre de 1986, los golpes y los olores volvieron. La familia no tuvo más opción que abandonar la vivienda en 1987. Un último exorcismo en 1988, esta vez ya sin ellos viviendo allí, marcó el cierre de los fenómenos.
A pesar de lo terrorífico de los hechos, el caso Smurl nunca logró convencer del todo a la comunidad científica. Organismos como el Comité para la Investigación Científica de Afirmaciones de lo Paranormal (CSICOP) intentaron analizar las pruebas, pero fueron bloqueados por los Warren. Se habló de histeria colectiva, especialmente tras descubrirse que Jack había sido operado del cerebro años antes, y algunos especialistas cuestionaron la salud mental de los miembros de la familia.
Polémicas, ganancias y legado
También hubo quienes sospecharon que todo podría haberse tratado de una elaborada estrategia comercial. La historia fue convertida en un libro titulado The Haunted, escrito por Robert Curran junto a los propios Smurl y los Warren. Poco después, se adaptó al formato televisivo. Algunos críticos afirmaron que las hijas adolescentes de la familia podrían haber fingido parte de los sucesos, y que los malos olores no eran más que fallos en el sistema de alcantarillado del vecindario.
Sin embargo, el misterio no terminó allí. En el año 2000, un nuevo residente de la antigua casa de los Smurl fue hallado muerto en circunstancias extrañas. Aunque la causa oficial fue una sobredosis, el caso alimentó aún más la leyenda negra que pesa sobre la propiedad.
De la crónica al cine: ¿el caso más temido de los Warren?
Ahora, más de tres décadas después, esta historia aterradora regresa de la mano del universo cinematográfico de El Conjuro. La elección de este caso como base para la cuarta entrega no es casual: reúne elementos de horror psicológico, posesión demoníaca, violencia física y una lucha desesperada contra lo inexplicable. Pero también plantea interrogantes sobre la credulidad, el negocio del miedo y el poder de la sugestión colectiva.
A continuación les dejo un video donde Lorraine Warren entrevista a Jack y Janet Smurl. Ellos allí relatan un aterrador ataque demoníaco.
El Conjuro 4 no solo enfrentará a un nuevo demonio, sino también al desafío de retratar una historia que, hasta hoy, divide a creyentes y escépticos por igual. Una cosa es segura: el legado del caso Smurl sigue vivo. Y esta vez, Hollywood está dispuesto a revivirlo con toda su oscuridad.
