La mujer del camarote 10: Un thriller elegante y claustrofóbico que navega entre el homenaje y la previsibilidad

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Una de las películas más esperadas del streaming era La mujer del camarote 10 (The Woman in Cabin 10, 2025) y hace unas semanas hizo su estreno en la plataforma Netflix. La verdad que a pesar de cierta previsibilidad en algunos pasajes y algunas situaciones que bordean lo inverosímil, el filme del actor y director Simon Stone (La hija y La excavación) cumple con lo que prometía.

Por César Arturo Humberto Heil

El filme es una adaptación de la exitosa novela de Ruth Ware y parte de una serie de premisas tentadoras: una protagonista fuerte, un asesinato, un escenario de lujo que se vuelve una prisión flotante y el clásico dilema de si la protagonista está loca o dice la verdad.

A pesar de los problemas ya mencionados y de algunas situaciones que bordean lo inverosímil y aunque no logra escapar por completo de las convenciones predecibles del género, el filme se presenta como un thriller psicológico con atmósfera de misterio clásico y con un suspenso elegante y opresivo, lo que no es poco en épocas en donde el cine de plataformas aporta poco y nada.

Resumen de la historia

Laura Blacklock, una periodista interpretada por Keira Knightley, recibe el encargo de su carrera: documentar a bordo de un lujoso yate el último acto benéfico de Anne Bullmer (Lisa Loven Kongsli), esposa del magnate Richard Bullmer (Guy Pearce) y enferma de leucemia terminal. Sin embargo, la travesía idílica se convierte en una pesadilla cuando Laura es testigo de un brutal asesinato en el camarote contiguo, el número 10. La víctima: una mujer a la que nadie más parece haber visto. Cuando todos a bordo, incluido el anfitrión niegan la desaparición de dicha pasajera, Laura se ve atrapada en una trampa de incredulidad y paranoia, obligada a investigar por su cuenta en un espacio cerrado donde cualquier persona puede ser el asesino y donde su propia cordura comienza a cuestionarse.

Los pilares del suspenso

El mayor acierto del filme reside en su poderosa atmósfera. Stone, con su bagaje teatral, transforma el lujoso yate en un personaje más: una jaula de oro claustrofóbica donde la inquietud crece con el rugir del mar.

Keira Knightley lleva el peso de la narrativa con solvencia, construyendo al personaje de Laura vulnerable y tenaz, una profesional cuya credibilidad es sistemáticamente minada, reflejando un tema de rabiosa actualidad: la desconfianza hacia la palabra de la mujer.

El reparto, incluyendo a un enigmático Guy Pearce, como ya nos tiene acostumbrados, cumple con su función de antagonista. El resto del elenco a menudo se quedan en esbozos al servicio de la trama principal denotando el rol de secundarios que les toca llevar, pero no desentonan con los principales, solo que sus aportes a la trama son prácticamente nulos. En este sentido, rescato algunos personajes, el del fotógrafo Ben Morgan (David Ajala) quien es un ex novio de Laura, el doctor Robert Mehta (Art Malik) que sí tiene un importante rol y Carrie (Gitte Witt) la misteriosa mujer del camarote 10.

Oportunidades desaprovechadas

Si bien la premisa es intrigante—un crimen que solo la protagonista vio—, el desarrollo recurre a fórmulas conocidas del whodunit. El aprovechamiento de este recurso se queda a medio camino. El espectador avispado podrá anticipar en varios de los giros, lo que debilita el impacto del misterio central.

La película rinde un claro homenaje al universo de Agatha Christie (con ecos de «Asesinato en el Expreso de Oriente» o «Muerte en el Nilo»), pero sin alcanzar la precisión narrativa de sus referentes, ya que todos los cañones apuntan hacia un solo lugar.  La falta de sospechosos, el mejor estilo de la autora inglesa es lo que hace que la trama empiece a flaquear y se caiga un poco al intuir quien está detrás de todo.

Lo bueno es que a pesar de que el guion desaprovecha las típicas pistas falsas en torno a todos los personajes, el director Stone se las ingenia para mantener una tensión contenida y consigue que el interés por saber la verdad, aunque la conozcamos, aguante hasta el desenlace.

Conclusión

La mujer del camarote 10 es un thriller efectivo, perfecto para los amantes del misterio clásico y las atmósferas claustrofóbicas. Con una Keira Knightley en estado de gracia y una ambientación impecable, el filme ofrece un viaje turbulento y elegante que explora, a modo de metáfora, temas como el aislamiento y la lucha de las mujeres por la verdad.

Aunque su desarrollo no esté a la altura de su potente premisa y caiga en cierta previsibilidad, se consolida como un entretenimiento de calidad que demuestra que, a veces, no hace falta reinventar la rueda para mantener al espectador a bordo hasta el último momento.

Disponible: Netflix