Una casa de dinamita: La sorpresa del año

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. En forma casi imperceptible para el 98% del periodismo especializado, se estrenó en salas, el film Una casa de dinamita (A House of Dynamite, 2025) de Kathryn Bigelow, producido por la plata forma de Netflix. Esta es la nueva obra de la ganadora del Oscar a mejor Film y mejor directora por “Vivir al límite” (The Hurt Locker, 2008) y que cuenta en su filmografía joyas tales como “Punto Límite” (Point Break, 1991), “Cuando cae la oscuridad” (Near Dark, 1987) y “La noche más oscura” (Zero Dark Thirty, 2012), entre otras. Y que aquí no solamente no defrauda, si no que nos trae uno de los mejores filmes del año, una auténtica sorpresa que vale la pena ver.

“No sé con qué armas se peleará la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial se peleará con palos y piedras”

                                      Albert Einstein (1879-1955)

Por Diego M. Bravo

Límite de seguridad

La trama de Una casa de dinamita está estructurada en tres partes específicas, que presentan diversos puntos de vista sobre un mismo hecho puntual: un ataque nuclear sorpresa contra Estados Unidos, llevado a cabo por fuerzas desconocidas, en una importante y poblada ciudad.

En cada una de ellas podremos ir construyendo, como un rompecabezas, el panorama completo de lo que sucede con los máximos órganos del poder y la seguridad, y cómo afecta a esas personas más allá de su rango o cargo. Cada uno de ellos tiene su familia, problemas diversos, deudas del pasado, hijos, madres, vínculos humanos que se ven tambalearse ante una catástrofe de consecuencias irreversibles.

Dentro de ese contexto, tenemos un elenco entregadísimo de un brillante plantel actoral. Entre ellos se destacan Rebecca Ferguson (como la capitana Olivia Walker), Jared Harris (como el Secretario de Defensa Reid Baker), Anthony Ramos (como el Mayor Daniel Gonzalez), Jason Clarke (como el Almirante Mark Miller), Gabriel Basso (como el asesor de seguridad Jake Baerington), Moses Ingram (como Cathy Rogers), Tracy Letts (como el Gral. Anthony Brady) y nada menos que Idris Elba (como POTUS, abreviatura en inglés del Presidente de los Estados Unidos).

Cada uno de ellos representa, por un lado, al funcionario destacado que debe lidiar con una situación extraordinariamente difícil, y por otro, al ser humano que enfrenta una crisis de máxima seguridad, pensando en su familia, en la posibilidad de ser evacuado o en cómo comunicarse con quienes están lejos, e incluso con aquellos que podrían encontrarse en la zona donde caería el misil nuclear.

El día después

Con todos estos elementos que se desprenden del guion de Noah Oppenheim, Bigelow construye, con su solvencia habitual, un relato realmente fascinante, en el que combina magistralmente un suspenso atroz —que se revela de forma gradual a medida que avanzan los distintos puntos de vista— con una mirada profundamente humana, centrada en las interrelaciones familiares, y deja expuesto el complejo drama que conlleva toda esta tensión irrespirable.

Dando como resultado una obra única, que combina un suspenso asfixiante con una profundidad madura y reflexiva, lo que la convierte en la sorpresa del año y consagra a Bigelow como una de las mejores directoras de la actualidad, dotada de una lucidez y una garra infrecuentes en los tiempos que corren.

Realizada para la plataforma Netflix, Una casa de dinamita aún se encuentra en exhibición en algunas salas de cine con un estreno limitado. Es el ámbito perfecto para disfrutar de este fascinante film, que merecía una difusión y relevancia mucho mayores a las que finalmente tuvo, algo lamentablemente inmerecido.

Disponible: Netflix