HIS HOUSE.
2 minutos de lecturaPor Jorge Marchisio.
Netflix estrena una nueva película de terror que viene siendo recomendada por todo aquel que la ve y, tras darle un visionado, tenemos que sumarnos a dicha tendencia, así que hoy vamos a contarles por qué vale la pena ver His House.
El film nos cuenta la historia de una pareja de refugiados africanos que llega a Londres y cómo el gobierno inglés los intenta ayudar, dándoles una casa mientras hacen el procedimiento para obtener la ciudadanía. Lo que parecía ser el escape a una vida mejor, se convierte en pesadilla cuando viejos fantasmas del pasado, provenientes de la propia cultura africana, empiezan a acosar a la pareja.
Lo primero a destacar de His House es que no estamos ante el típico film que es puro jumpscare. Sí, ya sabemos que hay algún que otro susto facilón, pero la principal herramienta que se utiliza para incomodar al espectador es la de crear un clima opresivo. Todo lo terrorífico sucede dentro de la nueva casa, y pese a que los protagonistas pueden salir cuando ellos quieren, si o si van a tener que volver, ya sea para comer o dormir, y ahí es cuando el ente que los acosa se hace presente; en especial, de noche.
Otro de los grandes valores, es que la película está muy bien actuada. El dúo principal consigue hacernos sentir primero la esperanza que tienen cuando llegan a su nuevo hogar, y luego la desesperación cuando todo comienza a salirse de control al saber que están ante un poder que los supera. Es una lastima que en el elenco vemos que se encuentra Matt Smith, a quien vemos dar solidas actuaciones en la serie The Crown, pero que acá está totalmente desaprovechado en un rol que podría haber interpretado cualquier actor.
En líneas generales His House es una buena película, pero si le sumamos que el panorama actual del terror es pésimo, con eso va a obtener un par de puntos más en las notas de todos. Quizás no destaque tanto en el terror, pero en la construcción de sus personajes, así como la cultura que maneja, es un soplo de aire fresco para un género que pide a gritos nuevas ideas.