Oxygen
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Hace poco, en este mismo espacio, comentamos la atracción que sentimos por las películas que suceden en el espacio. Otros films también llaman nuestra atención sin que sepamos bien por qué, especialmente aquellos donde el protagonista está encerrado en un lugar de movilidad reducida. Por eso hoy toca comentar el film francés que se encuentra en Netflix: «Oxygen«.
Por Jorge Marchisio
Conocemos la historia de Liz (Mélanie Laurent), una chica que se despierta en una cápsula médica, atrapada y conectada a varios cables. A medida que pasan los minutos, se da cuenta que está atrapada, sin poder salir de dicho receptáculo, y para colmo con cierto grado de amnesia y con el oxígeno acabándose poco a poco.

Lo nuevo de Aja
Oxygen nos llega desde Francia y es dirigida por Alexandre Aja, aquel director que nos impresionó con el remake de The Hills Have Eyes, o desde su país natal, con Alta Tensión. Y si bien esta película dista bastante de tener tanta violencia explícita, es casi igual de incómoda que las obras antes citadas.
Este tipo de películas necesitan sí o sí no solo de un buen actor principal (por no decir el único del elenco), sino de una trama que justifique el encierro, tanto para saber cómo el protagonista llegó ahí, como para entender por qué no puede salir. En este sentido, Oxygen logra justificar ambos hechos, pero contarlo, sería tirar el mayor spoiler de todo el film, así que no lo vamos a hacer.

Sí podemos decir que la actuación de Melanie Laurent es muy buena. La blonda actriz ya demostró su talento sobradas veces, aunque sí es verdad que en los últimos años, no tuvo gran participación en Hollywood. Ella se carga el 100% de la película a sus espaldas, pasando por la bronca, tristeza, autosuperación y desesperación que suponemos que sentiría una mujer en su misma situación. Lo más justo sería que nominen a Mélanie Laurent al premio Saturn del año que viene por esta actuación.

Oxygen es una recomendable película para aquellos que gusten de los films claustrofóbicos, que podrían tomarse casi como experimentales. Y que dependen casi en su totalidad del actor principal. Quizás se alargue un poco en su tramo final, pero eso no quita que es de lo mejorcito en cuanto a terror que podemos encontrar este año.
Disponible: Netflix