After Life: Temporada 3.

Por Jorge Marchisio.

Hace unos días, Netflix soltó la tercera temporada de una serie que por desgracia no tiene el reconocimiento que merece. Por eso hoy queremos recomendarla y ver si conseguimos que alguien le dé una oportunidad a After Life (escrita, dirigida, producida y actuada por Ricky Gervais).

Para los que no vieron la serie, la trama sigue a Tony, un hombre sumido en la depresión tras la muerte por cáncer de su esposa. Tras intentar suicidarse, decide darle otra oportunidad a la vida, ayudando a sus compañeros de trabajo y saliendo con una nueva mujer. En esta temporada, veremos como avanza esa relación mientras Tony intenta manejar sus ataques de ira debido al dolor.

Como verán, la serie no es apta para personas que estén pasando un mal momento emocional, porque les aseguro que van a llorar, y mucho. Porque como pasa con Ted Lasso, estamos ante esas propuestas donde pasamos de un buen chiste que nos va a sacar una carcajada, a un comentario o momento reflexivo que seguramente nos va a tocar de forma personal, al grado que vamos a terminar soltando alguna lágrima. Lo digo por experiencia propia.

Pero hablando del humor, debemos aclarar que la serie maneja una comicidad no apta para todos. Vamos a ver muchos chistes negros; que pueden herir la sensibilidad del espectador. Aclaramos esto porque quien les habla no tiene ningún tapujo con el humor y todas sus variantes, pero también es verdad (y entendible) que para muchos hay varios temas que son tabú y, por ende, no da mofarse de los mismos.

En cuanto a las actuaciones, el único actor que conocía es a Ricky Gervais, quien lo hace bastante bien, aunque su personaje tiene bastante de su personalidad, así que digamos que hace de sí mismo. Por suerte la mayoría de los secundarios logran estar a la altura, ya sea por las actuaciones o por los personajes (destacamos en especial a una señora que conoce en el cementerio). Si hasta el perro actúa bien…

En conclusión, la serie en general es muy recomendable. Pero hablando particularmente de esta tercera temporada, se siente un bajón de nivel bastante obvio. Quizás sea que se le dio demasiada pantalla a dos personajes que eran terciarios y que apenas tenían peso en la trama principal, o quizás, porque el proyecto ya da muestras de que no da para mucho más y ya sería hora de ir pensando en darle un buen final, en lugar de seguir estirando el chicle.