Charlatán.
5 minutos de lecturaPor César Arturo Humberto Heil.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
La galordanada directora polaca Agnieszka Holland regresa con Charlatán (2020), un film basado en la vida de Jan Mikolášek (Ivan Trojan), una suerte de curandero de Checoslovaquia sin estudios médicos que se dedicaba a una particular ciencia llamada uroscopía, la cual consiste en observar una muestra de orina del paciente para diagnosticar la enfermedad subyacente, y que era complementada con terapias herbales, de la que también era experto.
Su reconocimiento fue tan grande que la gente hacía largas colas para poder llevarle una muestra de sus fluidos vesicales, con la intensión de ser sanados a través de la mezcla de hierbas que el mismo Mikolášek les daba, lo que lo llevó a ser una persona de un gran renombre y poder adquisitivo.
El film es un profundo retrato biográfico de un hombre con una psicología compleja, que vivió durante una de las épocas más difíciles de Europa y que debió enfrentarse, no solo a la segunda guerra mundial y a la ocupación nazi, sino también al propio Estado comunista que lo tenía vigilado a partir de su expuesta notoriedad.
Jan Mikolášek vivió en una constante pulsión homosexual, la cual debió reprimir para poder sobrevivir en un país y una época en donde ser homosexual era considerado un crimen y castigado con pena de prisión. Como una forma de intentar eliminar ese deseo carnal, solía llegarse hasta una ladera en la que se encontraba una enorme figura de Cristo crucificado, y allí se arrodillaba sobre las rocas haciendo que sus rodillas sangren por los cortes que las filosas puntas de las piedras le provocaban.
Debido a la gran cantidad de personas que se agolpaban frente a su domicilio, Jan decidió contratar a un asistente y así es como conoció a Frantisek Palko (Juraj Loj) un hombre casado y con quién viviría una apasionada relación, al punto de prácticamente tenerlo las veinticuatro horas del día con él.
La directora Holland recorre de manera inteligente la vida de este particular personaje, introduciendo una serie de flashbacks que van desde su juventud en su pueblo natal, en donde vemos como le cura una gangrena en una pierna a su hermana con solo colocarle un emplasto de diferentes hierbas, hasta su formación como uroscopista, con una anciana local y su posterior rechazo por parte de su padre que lo obliga a dejar su casa y emprender una vida solo.
Holland y su guionista Marek Epstein se toman algunas licencias en cuanto a la historia real, y aprovechan para hacer una crítica al sistema político y judicial imperante en la Checoslovaquia comunista de la posguerra. La manera de hacerlo es incorporando una historia de corte policial, en donde unos pacientes, que eran altos miembros del partido Comunista y que fueron tratados por Mikolášek, fallecen luego de ingerir el té con mezcla de hierbas que les recetó, algo totalmente imposible y que evidencia que ha sido víctima de una urdida trampa. Este trágico hecho motiva que, tanto Mikolášek como Palko, sean detenidos por el servicio secreto y llevados a juicio con la posibilidad de obtener la pena capital en caso de ser encontrados culpables.
Charlatán es un potente film que refleja a la perfección una dura época, en donde Jan Mikolášek para seguir vivo, no solo debió atender a personalidades del partido comunista sino también a miembros del nazismo, como fue el caso del jerarca nazi Martin Bormann, a quien curó de problemas renales.
El film es, además, un interesante alegato sobre la libre elección sexual en tiempos de gobiernos autoritarios y oscurantismo social, y pone a Mikolášek y a Palko como emblemas de una lucha por una sexualidad sin represión.
El final abierto refleja la ambigüedad del personaje y pone al espectador en una situación de incertidumbre al no saber cuál es el desenlace real de la historia, pero a su vez es la mejor opción para el cierre de la subtrama policial, la cual no tiene ninguna relación con los hechos ocurridos en la realidad.
El personaje real.
Jan Mikolášek nació en 1889 en Rokycany, una ciudad que se encuentra cerca de Pilsen y al suroeste del país. Nacido en el seno de una familia numerosa e hijo de un jardinero local, desde muy joven Mikolášek mostró un marcado interés por la medicina herbal o fitoterapia, lo que lo llevó a convertirse en uno de los uroscopistas más destacados de la ex Checoslovaquia. Se dice que fue él quien curó al rey inglés Jorge VI con tan solo examinar una muestra de su orina.
Gracias a sus conocimientos en el análisis visual de la orina y la combinación con la medicina a base de hierbas, ayudó a gran cantidad de personas a mejorar su salud y en muchos casos a curar sus patologías.
El uso de la uroscopía y las terapias con hierbas fueron muy comunes en la Europa central y las mismas provenían de manuales de médicos alemanes que ya practicaban estas antiguas ciencias médicas, cuando los antibióticos eran muy caros y difíciles de obtener.
Jan Mikolášek murió en la ciudad de Praga un 29 de diciembre de 1973, a la edad de 84 años.
Charlatán se estrenó a nivel internacional en el festival de Berlín y fue parte de la Sección Oficial del Festival de Sevilla. También obtuvo una nominación a los European Film Awards en la categoría de Mejor Dirección. En febrero estuvo entre los films nominados a los premios de la Academia como Mejor Película Internacional y en marzo obtuvo 5 Czech Lion Awards para las categorías de Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actor para Ivan Trojan, Mejor Fotografía y Mejor Sonido.
Pueden disfrutar de este interesante film en la plataforma Amazon Prime Video.
Calificación: Muy buena.