Cerdita
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Violencia simbólica
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Hoy voy a recomendarles el filme español Cerdita (2022), segundo largometraje de la directora Carlota Pereda, un filme que venía dando mucho que hablar desde su estreno. Si bien estamos ante un filme de calidad y con méritos suficientes para considerarla una película con buena calificación, algunas cuestiones del guion hacen que no termine de cerrar como una obra completamente acabada. El filme es una ampliación del cortometraje con el mismo nombre que la directora hiciera en 2018 y aborda varios temas, así como también diversos géneros. Veamos de qué se trata.
Por César Arturo Humberto Heil
La cerda, el cadáver y el psicópata
Cerdita cuenta la historia de Sara (Laura Galán), una adolescente con sobrepeso que es víctima de bullying por parte de las chicas y chicos del pueblo, quienes la tratan de “cerda” y la viven martirizando psicológica y físicamente. Su vida es un fiel reflejo del pueblo en donde vive. Estudiar, escuchar música con auriculares y colaborar en la carnicería familiar que regentea su padre (Julián Valcárcel) son sus actividades diarias.
Todo cambia cuando, obligada por su madre (Carmen Machi), quien le insiste para que salga un poco, decide ir a la pileta del pueblo, que es con agua del río, a darse una refrescada. Allí se topa con Claudia (Irene Ferreiro), Roci (Camille Aguilar) y Maca (Claudia Salas), tres adolescentes del pueblo que al grito de “cerdita”, “jamón”, “panceta” y “tocino” la maltratan, para luego atacarla con una red de recolección de hojas, la cual colocan en su cabeza al punto de casi ahogarla. Antes de irse y entre risas burlonas, le roban todas sus pertenencias, dejándola solo con la ropa de baño.
Lo que Sara no sabe es que allí, en las aguas oscuras del río, está el cadáver de una persona y un misterioso y siniestro personaje (Richard Holmes), quien se encargará de las adolescentes y expondrá la frágil personalidad de Sara, hasta llevarla a una encrucijada de la cual no saldrá indemne.
Mientras regresa sin la ropa a su casa, Sara será testigo del secuestro de las adolescentes a manos de este misterioso personaje, pero no hará nada para ayudarlas. Primero, por miedo, segundo, por odio hacia ellas por lo que le hicieron, y tercero, porque entre ella y el secuestrador parece haber algún vínculo perverso desde el primer instante en que cruzaron sus miradas.
Esto será el punto de partida para un tour de force de Sara. Ella deberá callar lo que ha visto, ya que el psicópata parece estar enamorado y la sigue a todos lados y, además, porque todas las miradas de los familiares y de la policía apuntan a ella como sospechosa de la desaparición de las adolescentes.

Olla a presión
A medida que el filme avanza la tensión va en aumento, así como el desequilibrio psicológico de Sara. Angustiada por la presión ejercida por la gente del pueblo, la policía y su madre, más toda la frustración de su vida y el secreto que sabe y que no ha revelado, la llevan a un desenlace trágico del que no saldrá igual.
Aquí es donde Cerdita se pone interesante. Empieza la acción y Sara toma por primera vez decisiones fuertes y actúa en consecuencia.
Los últimos veinte minutos son de lo mejor. Con escenas a puro gore y violencia, y con una resolución algo inesperada, Cerdita se convierte en un filme muy disfrutable a pesar de tener algunos agujeros de guion, como es lo poco que sabemos del psicópata, el porqué de sus acciones y cómo es que la policía no ha podido llegar a detenerlo, siendo que anda en una pequeña camioneta cerrada muy particular, especialmente en un pueblo tan pequeño, donde todos se conocen por sus nombres.

Conclusión
Cerdita es un filme que mezcla perfectamente la comedia negra, el humor absurdo y el costumbrismo pueblerino con el horror más visceral y explícito, aprovechando la historia para hablar sobre la discriminación física, el empoderamiento femenino y la violencia simbólica y patriarcal.
Calificación: Muy buena
Disponible en: Paramount+