Los Niños del Maíz: Una más y van…
4 minutos de lecturaBienvenidos a una nueva nota de la Revista Sincericidio. En 1978 se editó en Estados Unidos la antología “Night shift”, de Stephen King, que contaba con una serie de relatos del escritor que habían sido publicados en distintas revistas entre 1970 y 1975. De los veinte relatos de esa antología, varios se convirtieron en largometrajes tiempo después, pero uno solo de ellos generó una franquicia de doce películas que continúa hasta la actualidad: Los Niños del Maíz.
Por Santiago González
A diferencia de otras adaptaciones de King salidas en la década del ’80, la original Los Niños del Maíz está lejos de ser excelente. Es una película que estira una premisa, está desprovista de suspenso y que su máximo valor se encuentra en su icónico afiche y en ver a Linda Hamilton antes de protagonizar Terminator (1984, James Cameron). Aun así y comparado con lo que vendría después, es una de las mejores entregas de esta saga.
Ocho años tuvieron que pasar para que saliera la primera secuela y, a partir de ese punto, se forjara esta franquicia con algunas películas bien filmadas, actuadas y que tomaban algún que otro riesgo, sobre todo las dos primeras continuaciones. Pero en general, las películas de las saga eran mediocres; mal actuadas, sin un atisbo de originalidad, sin un atisbo de hacer algo diferente con el material. Son películas mediocres cuyo único propósito es no perder los derechos de la historia, pero que podrían no existir y el resultado sería el mismo. Me atrevo a decir que mucha gente no sabe de la existencia de toda la saga o no se atreve a perder el tiempo con ellas.
Hubo una primera remake estrenada en el 2009 en la televisión americana, y se trataba más de una adaptación del cuento original que una nueva versión de la película del ’84. Si bien no es una mala película desde el punto de vista de la puesta en escena, tampoco trae algo nuevo o interesante, hasta podría verse como otra secuela de la franquicia y el resultado sería exactamente el mismo.
Lo que nos lleva a la nueva remake estrenada en el 2023, pero que se filmó en el 2020 en plena pandemia por el COVID. Se trata en realidad de una precuela de los hechos ocurridos en la película de 1984. Pero esto no importa, porque su director Kurt Wimmer, que lo último que había filmado era Ultraviolet (2006) con Milla Jovovich, es incapaz de establecer detalles que demuestren esto. Y no es lo único en lo que demuestra su incapacidad.
Esta Children of The Corn, al haber sido filmada durante la pandemia, tuvo que pasar por los necesarios controles. Esto se ve en la pantalla. En varias escenas se nota que hay pocos actores presentes. En otra se filma en espacios abiertos para tener a los actores tomando la distancia necesaria. O se dedica a seguir a la protagonista Elena Kampouris caminando por los maizales utilizando planos generales. Esto, en sí, no está mal, el problema es que es tan notorio que termina distrayendo.
Pero este no es el único de los problemas. La historia es de por sí poco interesante, y Wimmer no hace nada por intentar volverla elegante. No hay suspenso, porque sabemos todo de entrada. Tampoco hay sorpresas, porque todos se nos muestra. No hay tensión, porque sabemos quién va a sobrevivir y quién no. Incluso en el apartado de los efectos especiales, estos fallan, ya que se trata en la mayoría de los casos de un evidente y mal implementado CGI.
¿Hay algo valioso en esta nueva Children of The Corn? Sí, las dos protagonistas. Kamporus y Kate Moyer actúan con convicción a pesar de que sus personajes no tienen mucho que ofrecer. En la tensión entre ellas que encarnan lo correcto (no matar adultos) y lo incorrecto (matar adultos), se encuentra lo mejorcito de esta propuesta. Wimmer toma la decisión de no mostrar la mayor parte del tiempo a la criatura detrás de todo esto, y en esos momentos logra que podamos imaginarnos lo peor. Lamentablemente toma la pésima decisión de mostrar y lo que ve es un festival de CGI poco convincente, que además no interactuará de manera natural con los actores.
Si bien Los Niños del Maíz no cae en el abismo similar a lo que fue Jeepers Creepers: Reborn (2022, Timo Vuorensola), es otra película de la franquicia que no trata de salir de la mediocridad de la que estamos acostumbrados. Ojala algún día alguien tome cartas en el asunto.
Puntuación: 2/10