Ragdoll: Cómo destrozar una buena idea

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Ragdoll (2021) es una serie británica de 6 capítulos, estrenada en la señal TNT Series y ahora disponible en la plataforma Flow.

Por César Arturo Humberto Heil

Basada en la novela del escritor Daniel Cole, la serie se centra en el detective Nathan Rose (Henry Lloyd-Hughes) quien, por intentar atrapar a Mark Hooper (Sammy Hayman), un asesino piromaníaco, comete actos ilegales que desembocan en que el juicio se caiga por mala praxis policial, quedando el homicida libre e impune de todos los cargos.

Los violentos y traumáticos crímenes llevan a que el detective Rose termine con graves problemas mentales, por lo que permanece un tiempo recluido en un instituto neuropsiquiátrico hasta su recuperación.

Ya recuperado y de regreso al departamento de homicidios, se une a su antigua compañera y ahora jefa, la detective Emily Baxter (Thalissa Teixeira) y a la agente Lake Edmunds (Lucy Hale) para un nuevo caso, en donde un cadáver ensamblado con distintas partes de otros cuerpos y cosido como una muñeca de trapo (de ahí el nombre de Ragdoll) aparece en un depósito abandonado. Lo que descubren allí es que la cabeza pertenece al asesino piromaníaco Mark Hooper. Ahora deben averiguar a quiénes pertenecen las otras partes del cuerpo y así llegar al nuevo criminal.

Este primer homicidio múltiple será el inicio de una serie de otros asesinatos, cada uno más extraño y violento.
A partir de una lista enviada por el asesino en donde están los nombres de las próximas víctimas, descubren que existe una relación con el juicio llevado al pirómano, ya que todas son personas que tuvieron participación en la causa judicial, incluido el propio Rose, quien también está en la lista.

Una adaptación con pocas luces

Este comienzo que parecía alentador e interesante, se empieza a diluir con el correr de los capítulos. Esto sucede porque la adaptación de la novela a cargo del guionista Freddy Syborn no supo detectar y potenciar aquellos aspectos importantes en un producto audiovisual.

En primer lugar, todo empieza a centrarse en los personajes de Rose y Baxter, y del misterioso asesino nada sabremos ni veremos hasta el capítulo 5. En segundo lugar, se abusa de los diálogos, los cuales al ser tan abundantes y con tanta información, terminan siendo confusos al incorporar muchos nombres de personajes, lo que hace que la trama sea difícil de seguir.

La serie carece del suspenso necesario en este tipo de historias. Poco importan los problemas personales de Baxter o de Edmunds, ya que lo que uno espera en una serie de asesinatos es saber sobre el asesino y sus próximos movimientos, algo completamente borrado en por lo menos 4 capítulos.

En cuanto al pasado de Rose, sí tiene cierto interés, ya que parte de la resolución está en su estadía en el neuropsiquiátrico.

Con una leve mejoría a partir del capítulo 5 , que es donde conocemos al asesino, Ragdoll no termina de cerrar y todo lo que se prometía con ese interesante comienzo queda en la nada. La historia se vuelve aburrida, verborrágica y reiterativa. Uno se da cuenta de entrada que por más lista de nombres que tengan los policías jamás podrán evitar las muertes, lo que termina matando cualquier sorpresa.

Conclusión

Ragdoll podría haber sido una muy buena serie, pero el guionista Freddy Syborn, quizá intentando ser fiel a la novela, se dejó llevar por los diálogos y los personajes y se olvidó de que no es literatura sino un producto audiovisual, desaprovechando así lo mejor de la trama que son los asesinatos y el misterio alrededor de Rose y el piromaníaco Hooper.

Disponible en Flow

Calificación: Regular