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Películas complejas | Hoy: Kill List

3 minutos de lectura

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Continuando con la búsqueda de películas complejas o de difícil comprensión, hoy les voy a hablar de un filme que tiene algunos condimentos que la hacen entrar en esta categoría.

Por César Arturo Humberto Heil

El ultimo encargo

Se pude decir que Kill List (2011) del poco convencional realizador inglés Ben Wheatley es otra de esas películas que cuesta encasillarla dentro un género puro. Su enredado argumento, por momentos hermético, hace que sea difícil terminar de entender lo que se quiere expresar.

Como viene siendo desde hace varios años, el cine se ha ido despojando de aquellas formas rígidas establecidas por los géneros tradicionales para empezar a trabajar la mixtura. Entonces aparecen productos en donde uno no puede anclar la observación desde la unicidad genérica, y debe analizar el filme desde la perspectiva de la multiplicidad de géneros. Kill List es un caso típico. Introducido como un filme insertado en un drama familiar, el filme va mutando rápidamente hacia otro costado mucho más siniestro y oscuro, en donde se combinan asesinatos a sueldo con una historia que se acerca al folk horror inglés.

Jay (Neil Maskell) y Shel (MyAnna Buring) son un típico matrimonio ingles en crisis. Su relación pende de un delgado hilo y todo parece conducir a un inexorable final, la separación. Pero la aparición de Gal (Michael Smiley), un viejo amigo de Jay quien es invitado a cenar junto con su nueva novia Fiona (Emma Fryer), torcerá el rumbo de la historia hacia un laberinto de oscuridad y maldad extrema del cual no tendrán escapatoria.

Una lista demasiado oscura

Gal le propone hacer un último trabajo, eliminar a 3 integrantes de una lista, cobrar el dinero y retirarse para siempre del negocio. El cliente es un extraño personaje, que obligara a Jay firmar el contrato con su propia sangre (primer indicio de algo diabólico) A partir de allí, Jay y Gal se ponen en marcha para hacer el trabajo. El primero de la lista es un sacerdote, el segundo es un bibliotecario y el tercero es un político.

Jay parece tener cierta predisposición hacia la violencia extrema y disfrutar con los asesinatos, en especial el del bibliotecario, a quien descubre que hace películas snuff o pornografía infantil (no se sabe por qué no se ven las imágenes) y lo tortura salvajemente para después destrozarle la cabeza con un martillo.

Hay algo extraño en cada una de las víctimas, quienes parecen estar esperando la llegada de los sicarios y terminan siempre agradeciéndole a Jay y Gal por lo que están por hacer. Con el último, el político, la cosa cambia y se empieza a ver que una extraña secta que usa máscaras de paja, parece ser la que está detrás de toda esta masacre, y que como bien dice el cliente (Struan Rodger) cuando Jay y Gal quieren dejar el trabajo: «Ustedes son simples engranajes, así que sigan girando»

Conclusión

Como mencioné al principio, el filme es extremadamente hermético. Por momentos es imposible entender ciertos significados, quizá los tenga, pero se escapan a mis conocimientos. Creo que el cura, el bibliotecario y el político tienen algún sentido que aún no he podido descifrar. Tampoco queda clara la relación entre el cliente, la secta Druida que hace sacrificios humanos en el bosque y el final con Jay como protagonista.

En fin, Kill List es una rara mezcla de géneros que atrapa, pero que deja muchos interrogantes sin resolver, como la oscuridad a la que los lleva la siniestra lista.

Calificación: Buena

Disponible en Mubi

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