The Elderly: Discriminación a la vejez
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Bienvenidos a una nueva nota de Revista Sincericidio. The Elderly (Los Ancianos) es una película de terror española de 2022, dirigida por Raúl Cerezo y Fernando González Gómez. Con guion de Raúl Cerezo, Rubén Sánchez Trigos, Javier Trigales; música de Eneko Vadillo; fotografía de Ignacio Aguilar y la edición de José Manuel Jiménez. La producción fue de A Person’s Films, La Dalia Films y Antídoto Films. La película también contó con la colaboración del Gobierno de Navarra y Navarra Film Commission y el apoyo del Ayuntamiento de Madrid. Fue filmada en Madrid, España desde el 26 abril del 2021 al 4 de junio del 2022. En el Fantasía Film Festival obtuvo el premio Outstanding Performance.
Protagonizada por Zorión Eguileor (Manuel), Gustavo Salmerón (Mario), Irene Anula (Lena), Paula Gallego (Naia) y Ángela López Gamonal (Rosa).
Sinopsis
Manuel se ve obligado a mudarse con su hijo Mario y su familia después de la trágica muerte de su esposa. Pero pronto comienzan a ocurrir cosas extrañas en torno a Manuel. Él dice escuchar voces y hablar con presencias que los demás no pueden ver. Lena, la esposa de Mario, está convencida de que algo siniestro está sucediendo y quiere que Manuel se vaya de la casa. Solo su nieta Naia cree en él, pero incluso ella empieza a cuestionar su cordura a medida que los eventos inexplicables se intensifican. A medida que el calor del verano aumenta, los sucesos extraños se vuelven más frecuentes, y pronto queda claro que algo terrible está por suceder. Con una cuenta regresiva en marcha, Manuel y su familia tendrán que enfrentar sus miedos más profundos antes de que sea demasiado tarde.
Un retrato de la ancianidad
Al principio, el título muestra una secuencia que parece ser un paisaje inusual y misterioso. Sin embargo, a medida que la imagen se aleja, se revela que se trata de una de las pinturas oscuras de Goya: “Dos viejos comiendo sopa”. Esta obra es significativa porque Goya muestra cómo los ancianos, a pesar de sus aparentes debilidades, pueden unirse y enfrentarse a cualquier desafío.
En colaboración con su director de fotografía, Ignacio Aguilar, el director apostó por crear una estética visual cohesiva, al bañar todas sus escenas con un esquema de iluminación similar. Este esquema presenta un marcado contraste entre las luces y las sombras, lo que acentúa los naranjas y amarillos intensos en la pantalla, aumentando la sensación de calor en la imagen de manera gradual. La coordinación entre el director y su equipo dieron como como resultado un apartado visual coherente y memorable.
El director utiliza eficazmente una variedad de ángulos de cámara, incluyendo algunos planos holandeses y movimientos rápidos al final de las escenas, para mantener la atención del espectador sin distraerlo de la trama o la creciente amenaza. La partitura de Eneko Vadillo combina sonidos ambientales con cuerdas de tono grave, creando una atmósfera tensa y siniestra que complementa perfectamente la película.
Cuando ser mayor es un problema
En cuanto a las actuaciones, es importante destacar la labor de dos actores que se sitúan en extremos opuestos del espectro. Por un lado, la joven actriz Paula Gallego, cuya presencia en pantalla nos lleva a recordar su debut en La pasajera, la primera colaboración entre Cerezo y Gómez. Por otro lado, encontramos a otro actor cuya actuación merece una mención especial, ese es Zorión Eguileor.
La película contiene escenas que sin duda sorprenderán a muchos espectadores. Aunque en retrospectiva, la mayoría de ellas no son tan espantosas como otras películas de terror que hemos visto a lo largo de los años. Lo que hace que esta película se destaque es que los personajes afectados son personas mayores, lo que resulta sorprendente y novedoso.
El montaje de esta película de terror española es excepcional y le otorga una atmósfera muy impactante. Este logro fue reconocido merecidamente en la edición de este año del festival Fantasía, gracias al giro comprometido y complejo que aporta Eguileor. Durante gran parte de la trama, el espectador se siente perdido, sin saber lo que está sucediendo, pero siempre intuyendo que la tensión acumulada acabará explotando en algún momento. Sin embargo, más allá de los sustos y el suspenso, lo que los directores Raúl Cerezo y Fernando González Gómez buscaron, es plasmar de manera incómodamente real la situación de abandono y marginación de los ancianos en nuestra sociedad.
La libertad de elegir
La película plantea la disyuntiva entre aceptar la discriminación y el desprecio social que sufren los mayores, o rebelarse contra ello. En este sentido, la película plantea una reflexión profunda sobre nuestra sociedad, y lo hace de una forma que, a pesar de su crudeza, resulta sorprendentemente divertida.
En esta producción, la desnudez de los actores mayores no se utiliza con el objetivo de impactar al público. Por el contrario, se emplea como un recurso para mostrar que estos cuerpos han vivido largas y significativas vidas. Son testigos de historias y vivencias que merecen ser tratadas con la dignidad y el respeto que se merecen, aun cuando hayan comenzado a traicionar a los personajes que los habitan. Esta perspectiva resulta refrescante en un género donde los cuerpos maduros suelen ser retratados de manera grotesca, en lugar de ser reconocidos como el valioso y enriquecedor testimonio de una vida bien vivida.
Conclusión
La película tiene un ritmo envolvente, con una hermosa combinación de elementos espeluznantes, tensión y drama, culminando en un final sorprendente y emocionante. La trama desafía los tabúes relacionados con la vejez en el cine y estimula la reflexión sobre el trato a los mayores en nuestra sociedad, gracias a una cinematografía impecable, un guion cuidadosamente elaborado y una selección de actores destacados. En general, la película crea una atmósfera única y un estilo distintivo que la hacen verdaderamente memorable.
