Ensalada César | Hoy: Asylum
3 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Continuando con la sección Ensalada César voy a hablarles sobre un filme que bien merece tener su espacio en este apartado por varias razones que intentaré revelar a lo largo de esta nota. Espero que la disfruten.
Por César Arturo Humberto Heil
La autoreferencialidad como argumento
Ver Asylum (2014) de Todor Chapkanov es una experiencia única e incalificable. Se me hace muy difícil poder hacer una crítica de un filme tan extraño y común a la vez. Asylum es un filme dentro de un filme, pero con algunos agregados que hacen la diferencia con relación a filmes de estructuras similares. La idea es contar una historia de terror y a la vez reírse de ella y del género, pero todo al mismo tiempo.
Imagínense que son dos editores profesionales y que tienen que editar un off line (para los que no conocen el termino, es un material fílmico editado, pero sin los ajuste finales) y antes de hacerlo hacen una visualización completa de ese material y mientras lo ven van haciendo chistes sobre lo que van viendo. Bueno, eso es Asylum. Es un filme de horror incompleto con las voces en off de los editores tirando cada tanto algún chiste.
Las excusas no se filman, se retocan en postproducción
El filme tiene cosas muy buenas y cosas muy malas. Lo bueno son las constantes referencias al mundo del cine, las artes y el género en particular que a cada momento van utilizando nuestros dos editores. Por otro lado, están las imágenes del filme de horror a medio terminar, que representan el 80% del metraje del filme real, por así decirlo, entonces aparecen más guiños como escenas en donde faltan agregar efectos y una sobreimpresión indica a los editores que hacer.
Un ejemplo es una escena en donde un sacerdote endemoniado vuela y se le ven los cables que lo sostienen en el aire y abajo se lee: «Borrar el cable» o cuando un grupo de zombis giran sus cabezas y se lee sobreimpreso: «Efecto cabezas que giran 360 grados». También hay escenas borradas que se han sustituido por el story board, por lo que hay toda una parte del filme que está contado mediante los dibujos. Hasta aquí genial, ideal para cinéfilos y amantes del cine de terror.
Ahora vamos a lo malo. El mayor problema es que uno nunca entra en la clave y no sabés si estás viendo una comedia o una de horror y entonces el filme se hace tedioso y por momentos insoportable. Además, muchas de las referencias se pierden en virtud de no conocer todo lo que dicen los dos editores y ser algunas demasiado específicas y localistas.
Sí se entienden las referencias al actor Stephen Rea, quien interpreta un papel dentro del filme de horror, cuando se menciona su papel en El juego de las lágrimas (1992) de Neil Jordan o cuando hablan del actor Bruce Payne y su papel en Pasajero 57 (1992) de Kevin Hooks. Estos son algunos de los guiños, el filme está lleno de esos y del tipo… ¿De dónde salieron esas granadas? ¿Por qué no las usaron antes?, remarcando los clásicos errores que tienen los filmes de horror.
Una de las mejores escenas es en la que uno de los policías de S.W.A.T, que ha entrado al asilo a poner orden, se topa con una enfermera asiática (zombi) que lo seduce sacándose toda su ropa y en off escuchamos a los dos editores que hablan sobre sus problemas con las mujeres. La escena termina con la enfermera zombi electrocutada y una sobreimpresión que dice: «Agregar más chispas» ¡Chapeau!
Conclusión
Se puede decir que Asylum, título no arbitrario, ya que hay varios filmes de horror con ese nombre, incluso, hacen una referencia respecto a eso, es un filme incalificable, al igual que Rubber (2010) de Quentin Dupieux, que también se ríe del cine. El filme de Chapkanov es un producto elitista, que no termina de cerrar y que como crítica al cine de horror es insuficiente, al perderse en una serie de referencialidades que se escapan al espectador común, que en ningún momento puede hacer pie en lo que está viendo.